Rossi, Lorenzo y Márquez: tres estrategias en la tormenta
Valentino tiene la llave para calmar los ánimos, pero se echa a un lado y disfruta, Jorge le señala como el instigador y Marc intenta templar gaitas sin éxito.
Estrategias y posiciones muy distintas las de Rossi, Lorenzo y Márquez en medio de la tormenta, a nivel de ánimos en la grada y tensión generalizada en el paddock, por la que atraviesa MotoGP desde el polémico desenlace de 2015. El final del GP de Qatar resultó desagradable por los pitos a Jorge y Marc en el podio y a Argentina se ha llegado con mensajes en las redes sociales a favor de Valentino y en contra de los españoles, lo que no resultaría grave si no se hiciera a partir del desprecio y los insultos.
En Facebook se pueden leer perlas a favor de Rossi como “Sos local, los demás mierda”. Y aficionados locales con los que ha hablado este diario para pulsar el ambiente no invitan a pensar precisamente en el juego limpio en la grada… “Ahora somos más de Rossi si cabe y a Lorenzo, como dicen en España, que le den por culo y por supuesto que se le pitará acá a él y a Márquez, que ha perdido lo que tenía para nosotros”, afirma Mahue, una aficionada que ha viajado desde Mar del Plata con la esperanza de volver a ver ganar a Rossi, como el año pasado.
Pues bien, en la rueda de prensa que ha abierto el GP de Argentina y en el posterior canutazo de los pilotos a los periodistas, se ha podido comprobar perfectamente la posición que toma cada uno en pleno temporal. A diferencia de lo que hiciera Rossi el año pasado en la rueda de prensa de Sepang, cuando condenó los insultos a Iannone en las redes sociales, aquí se ha echado a un lado cuando se le ha preguntado por la animadversión con la que se ha recibido a sus principales rivales españoles.
El Doctor disfruta con este show que ve como una consecuencia del presunto biscotto tramado el año pasado entre Marc y Jorge para impedir su décimo título. Además, se borra directamente cuando se le dice que él puede tener la llave para evitar que afloren los pitos contra su compañero en el Movistar Yamaha y el del Repsol Honda, diciendo que no son culpa suya y qué puede hacer él. Lo hace sonriendo y manejando los tiempos de su discurso, añadiendo además que, si su club de fans va a sacar un comunicado pidiendo la paz en Mugello, es como si lo hiciera él.
Lorenzo, por su parte, deja claro que él no ha hecho nada malo como para recibir esos pitos y apunta a Rossi, aunque sin citarle, como el único que podría frenar esta tendencia que, según él, irá a más si nadie lo impide.
Y Márquez, en cambio, opta por templar gaitas, aunque sin éxito. Tal es así que ha reconocido por vez primera públicamente que se equivocó el año pasado planteándole batalla a Rossi en Argentina, una carrera en la que se fue al suelo después de tocarse dos veces. Nunca antes había dicho que lo lógico era haberse conformado con ser segundo, porque su diferente opción de neumáticos le había dejado con menos ritmo que a Rossi para el final de la prueba. Es más, resume todo como un incidente de carrera cuando en realidad piensa otra cosa... Está claro que el ilerdense no quiere más líos, pero también que está metido de lleno en esta tormenta que divide como nunca antes a los seguidores. Y Rossi no le va a echar una mano, ni a él ni a Lorenzo, para que dejen de pitarles allí donde vayan.