Aston Martin y la F-1: una historia de 5 carreras y mucha desgracia

Se venía mascando desde hace tiempo. Primero el que le tanteó fue Williams, después Force India llamó a su puerta y estuvo a punto de que le abrieran, lo tenían casi hecho, pero finalmente ha sido Red Bull quien ha conseguido el apretón de manos. Sí, hablamos de Aston Martin y de su regreso a la Fórmula 1. Su presencia en la parrilla se limitará a lucir su logotipo en el RB12, pero puede ser el principio de algo más grande…

56 años son los que han pasado ya desde que la firma británica se dejara ver en la F-1. Para aquellos que no conozcan su historia con el Mundial, ésta tan sólo se reduce a cinco carreras. Hay que remontarse a 1959 para ver al Aston Martin DBR4 en el asfalto, pero no fue en una prueba puntuable del campeonato mundial, sino en una cita del International Trophy británico en el circuito de Silverstone con Roy Salvadori y Carroll Shelby a sus mandos.

Su inicio fue prometedor. Salvadori se clasificó tercero tras Stirling Moss y Tony Brooks, con el BRM y el Ferrari respectivamente, y en carrera subió al podio segundo en la victoria del Cooper de Jack Brabham logrando la vuelta rápida. Peor suerte corrió su compañero, que se retiró a falta de dos vueltas por un fallo en la bomba del aceite y fue sexto. Lo siguiente sería lo serio. En Holanda comenzaban su periplo en la F-1. Pintaba bien, pero…

En 1959 empezaron tres citas tarde y con más desgracias que otra cosa: cuatro abandonos de ocho posibles y ni un punto sumado. Por aquel entonces los puntos se repartían entre los cinco primeros y lo máximo que lograron fueron dos sextos con Roy en Gran Bretaña y Portugal. La debilidad de su motor fue un suplicio y en 1960 sólo disputaron una carrera (en Holanda y con Maurice Trintignant por Shelby) antes de marcharse por vergüenza y por dinero. Ahora empieza una nueva etapa y, ¿una nueva oportunidad?