Sainz y Mola, una preparación de triatleta para una exigente F-1

Para soportar 166 vueltas (o 773 kilómetros que cansa más) en un día al volante de un Fórmula 1 hay que estar muy en forma. A pesar de que la exigencia de un test no sea la misma que durante un gran premio, pocos pueden bajarse como una rosa tras haber perdido dos kilos de sudor. Carlos Sainz lo hizo en su quinto día en Barcelona y es capaz de eso, y más, gracias a una preparación física excelente que este año lo es aún más.

Y es que el madrileño ha contado este invierno con uno de los mejores maestros que ha podido encontrar… en el mundo. Un hombre que es capaz de hacer 1'5 km de natación, 40 km de bicicleta y 10 km de carrera en un solo día, y además siendo el más rápido: Mario Mola. El subcampeón del mundo de triatlón recibió al piloto en Mallorca en febrero para ponerle a tono a su estilo, con intensas jornadas de las disciplinas que componen su deporte acompañadas de sesiones de gimnasio.

Una paliza diaria que le ha servido a Sainz para enfrentarse a las exigencias del asfalto mejor preparado que nunca, y no solo físicamente, también mentalmente. "La fuerza mental de Mario me ayuda mucho para darme cuenta de que no soy el único que está ahí fuera sufriendo. Al final, la F-1 y el triatlón son parecidos ya que en ambos estás sólo contra el mundo y todo lo que te pasa está dentro de tu cabeza", cuenta Carlos.

Por su parte, Mola opina que su preparación es idónea para los pilotos: "Admiro mucho un deporte como el suyo en el que estás obligado a mantener la concentración al cien por cien. Creo que todo lo que necesita un triatleta es aplicable a un piloto porque de lo que se trata es de mejorar tu condición física para mantener la frescura y exprimir al máximo la concentración". Si la exprime igual que Mario, que ganó en Abu Dhabi la primera de la Series Mundiales, Sainz tiene el éxito garantizado.