Test para Sausset, el primer tetraamputado que correrá
El cocinero francés, que sufrió amputaciones en las cuatro extremidades, participará en junio en la mítica prueba dentro del Garaje 56 al volante de un Morgan Audi de LMP2.
En la vida calificar si un desafío personal es mayor que otro es siempre subjetivo. Depende de muchas más cosas que las circunstancias. Hay seres humanos con una vitalidad, confianza, fuerza y afan de superación que para la mayoría son ni siquiera impensables. Frederic Sausset es un buen ejwemplo de esto. El cocinero francés de 44 años decidió que quería participar en las míticas 24 Horas de Le Mans. Hasta aquí un sueño compartido por millones de aficionados al automovilismo.
La diferencia estriba en que Sausset tiene amputaciones en sus cuatro extremidades. Total cuando hablamos de las piernas y parcial en los brazos. El izquierdo por encima del codo y el derecho a la altura de la muñeca. Hace cuatro años (julio de 2012) una rara infección bacteriana (septicemia necrosante) gangrenaba sus extremidades a una velocidad de 12 centímetros a la hora lo que obligó a los médicos a tomar una decisión tan drástica como rápida.
Sausset contactó con Pierre Fillon, presidente de ACO, y éste le mostró su total apoyo y colaboración. Optó a la plaza del Garaje 56 (el box de las 24 horas reservado para un equipo invitado que represente un desafío humano o tecnológico) y su proyecto resultó el elegido para la edición de 2016 que se disputa el 18 y 19 de junio. El galo se pondrá al volante de un Morgan modificado de la categoría LMP2 propulsado con motor Audi. ¿Y cómo se las ingeniará para conducirlo? Sausset, que el pasado año ha participado en las series de resistencia VdV con un Ligier JS53 EVO 2 de la clase CN, utiliza una prótesis insertada en su muñón derecho para mover el volante, mientras acelerador y freno los maneja con los muslos.
Hoy, en una parte del circuito permanente de La Sarthe, ha probado el coche junto a Christophe Tiseau, uno de sus dos acompañantes (el otro aún no se conoce) en la cita francesa y el encargado de poner a punto el coche gracias a su experiencia. El mayúsculo desafío ha tenido un coste de tres millones de euros, pero el sueño vale mucho más para sus protagonistas.
Tras la primera toma de contacto, Sausset afirmaba: “He podido dar cinco o seis vueltas. Es el inicio de una nueva etapa porque es el coche con el que correré en Le Mans. Se trataba de comprobar que todo funcionaba bien y así ha sido”. El desafío es tremendo, pero Sausset también es un tipo especial. Apuesten que cumplirá su objetivo. Y nos enseñará una bonita lección de vida.