“No hay debate sobre la continuidad de Motegi”

El Mundial de MotoGP dejó Japón y viajó a Australia, pero Motegi sigue en el punto de mira. Muchos lo califican como un circuito obsoleto y los accidentes sufridos el pasado fin de semana por Alex de Angelis y Pol Espargaró no juegan a favor. Javier Alonso, director general de Dorna, organizadora del Mundial, atiende a AS desde Singapur. En su opinión no hay por qué alarmarse.

—¿Está preparado Motegi para acoger pruebas del Mundial?

—Sí. Totalmente. Además, el accidente de Alex es un asunto que aún tenemos que entender, un incidente extrañísimo que puede pasar en cualquier otra pista. Lo que le ocurre a Alex es que, en la aceleración a la salida de esa curva, en el piano, se le va la moto, le desliza y en el momento en que acaba de deslizar y vuelve a coger agarre, está de lado y se dirige hacia el interior de la pista. Una situación así la puedes vivir en cualquier otro circuito. Es algo similar a lo que le sucedió a Marco (Simoncelli), en que la moto te escupe hacia el interior.

—¿Y el accidente de Pol Espargaró, del que él mismo dijo “se pasa mal viendo que vas hacia el guardarraíl”?

—Me gustaría hablar con Pol, todavía no hemos tenido la oportunidad, para entender qué ocurrió. Pero también digo que las distancias en una frenada en una recta son similares en todos los circuitos. Sí que podemos hacer alguna cosa más ahí, de hecho el domingo, tras la carrera, hablamos con Franco (Uncini, responsable de seguridad de la FIM en los GGPP) y Loris (Capirossi, asesor de seguridad de Dorna) para ver cómo podíamos mejorar esa zona, pero ya digo que las distancias son las normales, no son más cortas que las que te puedas encontrar en Montmeló, por ejemplo. Es verdad que esto es una bajada, estaba mojado, era la última vuelta y no sé si Pol intentó frenar más o la rueda no estaba en las mejores condiciones. Eso no es una excusa, la seguridad tiene que buscarse en cualquier momento de la carrera... pero nos gustaría entender mejor la dinámica de ese accidente.

—Pero hay quejas, por ejemplo Rossi habló de que el guardarraíl no tenía ‘air fence’...

—Pero es que no se puede poner air fence en esa zona. Un air fence, para que sea efectivo, debe ofrecer un ángulo de impacto de 90 grados, casi perpendicular. En el caso de Pol, si hubiera habido un air fence hubiera sido más perjudicial porque la desaceleración que hubiera supuesto para él en la bajada habría sido tan brutal que se hubiera hecho muchísimo daño. Porque el air fence, al ser un elemento inflado, lo que hace es absorber la energía y hay estudios que nos avalan: dicen que el ángulo debe ser casi perpendicular, si no, lo que hace es desacelerar mucho más rápido. Es como un chicle, que atrapa al piloto y lo hace frenar mucho. Hay otros medios, poner unos neumáticos, pero bueno, el golpe se lo hubiera dado igual.

—Las voces críticas también llegan desde fuera del Mundial. Por ejemplo, Alessia Polita, la piloto italiana que hace dos años quedó parapléjica tras un accidente. Dice que “todas las zonas deben estar protegidas para no tener que ver a un piloto extender sus manos hacia delante en plena caída tratando de evitar el choque contra el guardarraíl”.

—Me sabe muy mal por esta piloto, a la que no conozco, pero si mal no recuerdo sufrió el accidente en la penúltima curva de Misano. Y es una curva que, no yo, porque yo no entiendo de esto, los que entienden de verdad son los pilotos... pues los pilotos han dicho que esa curva es segura. La seguridad al mil por mil no existe, por desgracia en este deporte no podemos cubrir al piloto como ocurre en los coches con una valla de seguridad que absorba cualquier tipo de accidente y los proteja, pero ya digo, los pilotos del Mundial de motociclismo dicen que esa curva de Misano es segura. Supongo que en ese caso, la piloto no debió de poder frenar. Como en el caso de De Angelis... son situaciones inusuales, atípicas, raras. ¿Que tenemos que trabajar para entenderlas? Pues claro que sí. Y lo vamos a analizar. ¿Que si encontramos algo que ayude a mejorar la seguridad, lo pondremos? Por supuesto. Pero tampoco tenemos una varita mágica. En la caída de Pol hay muy poco que hacer, es como aquella de Marc Márquez en Mugello. Es inusual, fortuita. Pero, ¿qué hacemos? ¿No correr en casi ningún circuito? Porque en todos los circuitos, en el final de recta el espacio entre la pista y el guardarraíl es limitado. En Jerez, en la recta de atrás, hay cinco metros, no hay más. Entonces: o no corremos en ningún circuito o entendemos que esos son accidentes que pueden suceder, por desgracia, porque esto es un deporte muy peligroso.

—Es decir, la seguridad sigue siendo su máxima prioridad...

—Claro. ¿Que tenemos que trabajar al mil por cien en seguridad? Sí, y de hecho lo hacemos. Todo lo que sea por intentar mejorar, creo que Dorna se ha caracterizado por eso. Y hemos dejado de ir a muchos circuitos que considerábamos que no eran seguros y a lo mejor eran buenos para el campeonato.

—¿Con Motegi ni siquiera ha existido esa duda?

—No. Le diré... En Motegi, la curva que nos preocupa más es la salida de la 4. Es una curva en la que debajo hay un puente y donde no tenemos air fence, pero sí un sistema similar que cuenta con la misma homologación de la FIM. Pero en ningún momento los pilotos nos han pedido ampliar más. Y le diré otra cosa: si pudiéramos mejorar una zona sería la del accidente de Pol, más que la de De Angelis. Porque en la zona de Alex no ha lugar, es un accidente totalmente atípico.

—Si no fuera un circuito de Honda, ¿seguiría yendo el Mundial a Motegi?

—Sí, esto no es un problema de Honda. Para nada. Nosotros hacemos un gran premio en Japón no por Honda, sino porque en el Mundial hay tres fabricantes japoneses y es importante tener una carrera allí. Que el circuito sea o no propiedad de Honda no tiene nada que ver.

—¿Hasta cuándo tiene contrato Motegi?

—Hasta 2018, pero todos los contratos tienen una cláusula que permite que, si en su momento nos encontráramos con un circuito que consideramos que no puede recibir la homologación de la FIM, se rompería el contrato. No es vinculante para seguir yendo allí sí o sí.

—Pese a que usted habla de infortunio, de caídas atípicas, ¿se tratarán estos incidentes el próximo fin de semana en Phillip Island? ¿Se debatirá con Uncini o Capirossi?

—En el punto del accidente de Alex (De Angelis), no, porque entonces, todo este tipo de curvas similares en el Mundial habría que replantearlas. Como el Dry Sack en Jerez, le pongo un ejemplo de una curva española; sería lo mismo. Y en la salida de la Sito Pons, igual.

—Pero muchas otras se pueden replantear. ¿No?

—Los circuitos están pensados de una manera que hemos ido modificando poco a poco, ampliando las escapatorias, nos hemos adecuado al pilotaje cuatro tiempos cuando antes lo estábamos al de dos tiempos. Pero lo que no existe es la posibilidad de proteger los interiores por un accidente que es más propio de coches, donde se va la parte trasera y chocan contra el interior. Y nosotros eso no lo vemos, no puedo decir nunca, pero casi nunca.

—¿Qué otras medidas ayudarán a mejorar la seguridad?

—Pues aspectos como que el año que viene tendremos software único para todo el mundo. Podremos trabajar en esa centralita para que, cuando detecte una situación similar, que desconecte y que la moto no siga acelerando, que es lo que ahora hace que acabe de derrapar y se vaya hacia al interior.

—En resumen. ¿No hay debate sobre Motegi?

—No, no hay debate sobre su continuidad, aunque seguro que el viernes, en la reunión de seguridad con los pilotos, habrá que hablar de Motegi. Pero no es una situación más complicada que otras que hemos tenido. Seguro que vendrá Pol muy asustado, como es lógico, porque se cayó a 220 km/h derrapando, pero ¿qué tenemos que hacer? Ver si eso se puede mejorar. Estamos mejorando, trabajamos en establecer un estándar para los airbag de los pilotos y en un año tendremos una homologación en los cascos de carreras. Y seguiremos trabajando en ello, no tenga ninguna duda.