NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SUPERBIKE

Jonathan Rea y Kawasaki, campeones del mundo en Jerez

Suman su primer título mundial. Al inglés le bastó un cuarto en la Carrara 1 ganada por Sykes. En la segunda venció Davies y Torres fue segundo.

Actualizado a
Rea, celebrando el título en Jerez.
WSBK

Lo raro era que Jonathan Rea no se proclamara campeón del mundo a eso de las 11:10 de la mañana. Le bastaban seis puntos para cerrar el título, para poner el broche en Jerez a una temporada en la que no ha tenido rival. Desde Phillip Island, allá por febrero, se ha paseado y el título refrenda el acierto de Kawasaki en su fichaje. Por cierto, la marca japonesa también logra un título con sabor a historia: nunca antes había volado tan alto en el Mundial de SBK.

Seguramente los nervios eran el gran rival de Rea en la primera carrera de hoy en Jerez. Salía segundo, por detrás de Mr. Poleman, su compañero de equipo Tom Sykes, pero ha sabido gestionar perfectamente ese peligro. Mantuvo ese segundo puesto tras la salida y al primer paso por meta, Jonathan seguía la estela de Sykes, con el segundo clasificado en la general del campeonato, Chaz Davies, tercero. El de Ducati sería segundo con Mark van der Mark completando el podio.

Jordi Torres, mientras, la gran apuesta española, que arrancaba quinto, tenía un problema (presuntamente con el cambio) en la salida y perdió varias posiciones que complicaron sus aspiraciones de subir al podio. Finalmente acabaría decimosegundo, con David Salom justo por delante de él. Román Ramos, decimotercero, completaba ese trenecito español.

En la Carrera 2, Torres se desquitó y firmó un segundo puesto, el mejor resultado en su temporada de debut en el Mundial. Ganó Davies y Leon Haslam completó el podio. Mientras, Salom fue decimosegundo y Ramos abandonó.

Rea también fue cuarto en esa carrera. Pero lo verdaderamente importante para él había sucedido en la primera. En ella, con acabar entre los diez primeros, sería campeón. Así que el británico reguló, no cometió errores, pilotó con dulzura hasta esa última vuelta final en la que seguramente le temblarían las piernas. Y firmó ese cuarto lugar que le hace inmensamente feliz en Jerez.