DAKAR 2015
Iveco quiere reeditar su victoria en camiones de 2012
De Rooy, Stacey y el español Pep Vila son los pilotos de un potente equipo que tiene el objetivo de poner fin a la hegemonía de Kamaz en las dos anteriores ediciones.
Lo importante en el Dakar no es cómo empieza, sino cómo acaba”. Palabras de Pep Vila durante la presentación del equipo Petronas De Rooy Iveco en el CNH Industrial Village de Turín (Italia). Aquí llueve pero los camiones no se mojarán, ya están embarcados rumbo al verano de Sudamérica. Allí les espera el exigente recorrido del Dakar 2015 y también los Kamaz, sus eternos rivales en esta categoría que despierta enorme interés entre algunas de las grandes marcas del sector de los vehículos pesados. En la pasada edición el ruso Karginov les ganó la partida, pero Gerard de Rooy, Hans Stacey y Pep Vila, pilotos de las dos unidades del Powerstar y el Trakker de Iveco que participan en la prueba desértica, están preparados para repetir el éxito que lograron dos años antes.
En aquella ocasión fue el holandés De Rooy quien cruzó la meta de Lima como campeón del Dakar 2012. “No es un recorrido demasiado duro, quizá las etapas centrales serán la más complicadas, pero el principio y el final es más accesible”, afirmó el experimentado piloto que un año más, y van ya cuatro, contará con la inestimable ayuda de Pep Vila como fiel escudero. “Para mí tenerle en el equipo es muy importante porque es un piloto muy constante y preciso”, reconoce el holandés, consciente de la valía del catalán.
En el CNH Industrial Village nos recibe el Iveco con el que Vila participó en el Dakar 2006, pero con el dorsal 509 que será el que luzca el Trakker 4x4 (que además se fabrica en la planta de la marca en Madrid) en 2015. “El 2006 fue el único Dakar que no he terminado de los once que llevo hasta ahora” comenta el manresano, feliz por volver a tener la oportunidad de competir con un equipo tan cualificado como el De Rooy: “Si puedo repetir estar entre los diez primeros como en 2014 sería un sueño para mí”.
El Dakar sigue siendo el raid más duro del mundo, pero para Vila el día 4 de enero en Buenos Aires comienzan sus esperadas vacaciones. Sí han leído bien y así lo explica: “Cada uno disfruta sus vacaciones cómo y cuándo quiere y yo tengo la inmensa suerte de poderlas disfrutar de esta manera. Para mí es una forma de sentirme vivo”.
“El Dakar es imprevisible, podemos suponer que hay dos o tres etapas en Argentina y otras tantas en Chile que serán determinantes, aunque el año pasado la carrera se decidió en un ‘way point’, así que nunca se sabe. Este año hacemos menos kilómetros de especial, hacemos muchísimos kilómetros de enlace y creo que será un Dakar muy al sprint”, asegura el español, un piloto que tiene muy claro que “lleva dentro el veneno” de una competición única. Y junto a sus compañeros buscará reconciliar a Iveco con esa victoria que ambicionan.