Alonso: "Mi problema no fue con Hamilton, sino con el equipo"

El cielo repleto de nubes, alguna que otra gota tímida como pidiendo permiso para destrozar la celebración que cada año es el GP de Italia. El pit lane y parte de la recta de meta vestida de camisetas con el emblema de Ferrari en la tradicional firma de autógrafos de los pilotos. Allí apareció Fernando Alonso provocando la locura de los tifosi, poco antes se había cruzado con Lewis Hamilton, aclamado pero menos, claro, y se chocaron la mano entre risas.

Quizá recordaban los dos genios uno de los momentos más tensos que se ha vivido esta temporada. Rueda de prensa oficial de la FIA, el doble campeón español en el centro situado entre los dos pilotos de Mercedes, a su derecha el británico, a la izquierda Nico Rosberg. Y el asturiano aludido una y otra vez en la polémica entre los dos compañeros de equipo. A la quinta pregunta estalló: “No sé por qué tengo que responder tantas preguntas. No tengo una idea clara de eso. Son las reglas de la FIA y ellos cuidan de nosotros y la competición. No sé por qué me hacen tantas preguntas una semana después”, explicaba cuando le preguntaron su opinión sobre si el máximo organismo debía haber investigado de oficio el incidente entre los dos compañeros en Spa-Francorchamps. Antes Hamilton había dado a entender que sí, que debían haberlo hecho porque en el futuro “quizá si ocurre algo similar sí lo sancionen o quizá ahora podemos estar así de cerca del piloto de delante”, mientras Rosberg miraba al infinito con el gesto contraído.

Pero hablando de rivalidades entre compañeros de equipo, probablemente más allá de las leyendas de Senna y Prost, la última que ha habido con tintes importantes fue la que protagonizaron en 2007 Alonso y Hamilton en McLaren. Fernando, al que alguien llamó embajador de la paz por su sitio en la rueda de prensa, opinó sobre aquello: “No, no soy ningún embajador de la paz, pero hablando de 2007, claro que no funcionó como queríamos, pero no fue un problema con Lewis. Teníamos una relación muy profesional, éramos dos pilotos muy competitivos dentro del equipo, todo bastante normal. No funcionó por el equipo. Nunca tuve problemas con Hamilton y creo que no debe ser una sorpresa que hoy tengamos buena relación”. Olvida el español episodios como el de Hungría, por ejemplo, o Mónaco de ese año, o Indianápolis. Seguro que no… Eso sí, confía en que lo que pasa este año sea interesante para la afición, casi como aquello: “Estoy seguro de que estos dos pilotos van a avanzar en su relación. Tienen un objetivo claro que es el título, los dos. Están en una posición privilegiada para luchar por él y desde fuera lo que podemos hacer es disfrutar de esa batalla, en el deporte pasan estas cosas. Tienen un problema, sí, pero un buen problema: luchar por el título mundial”. Qué bonito sería si Alonso estuviera ahí, con uno de esos dos, con ese problema…