La octava pole de Márquez le acerca a su décima victoria

El guión del sábado en Indianápolis resultó similar al del viernes. Márquez dio cuartelillo a sus rivales en los libres de la mañana, ahorrando neumáticos, y a la hora de decidir quién iba a ser el más rápido del día se impuso a todos con autoridad. Esta vez había sido sexto en el FP3, pero en el FP4 que antecede a la calificación puso las cosas de nuevo en su sitio como aviso de lo que llegaría en la Q2…

Lo cierto es que no la empezó nada bien, porque se marcó un espectacular recto al final de recta que no generó problemas mayores gracias a la amplia escapatoria que presenta Indy en ese punto. Menos mal, porque es un final de recta de 340 por hora y, aunque Marc ya había perdido velocidad cuando decidió abortar la curva para salirse, despacio precisamente no iba. El susto no le acongojó lo más mínimo y volvió a la pista con fuerzas renovadas, aprovechando ya la siguiente vuelta para arrebatarle el mejor crono a Lorenzo.

La calificación aún ofrecería más cambios después de la parada de rigor en boxes para cambiar el neumático trasero, pero no en lo relativo a la pole: la octava del año, la que le acerca a la décima victoria. Volvió a mejorar su tiempo con otro crono por debajo del 1:32 y esa vuelta la aprovechó Dovizioso, que esforzándose por seguir su estela saltó del undécimo al segundo. El italiano superó con su Ducati también a Lorenzo, que al menos le quedó el consuelo de cerrar la primera fila y verse con más confianza.

La segunda fila fue para los Espargaró, con Rossi entre medias y Aleix liderándola. Fuera de ella quedó un Pedrosa al que le tocará remontar desde la octava plaza, pero se le ve más perdido que otras veces. Al que se le torció todo fue a Bautista. Desesperado con su Honda, puede dar por bueno salir ileso tras una espectacular salida por orejas.