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La intrahistoria

Un fin de semana muy especial en Montmeló para otro Aleix

Aleix Sánchez es un chaval de siete años que sin competir en la pista ya ha demostrado ser un auténtico campeón en su pelea contra una maldita leucemia que está superando.

Los Aleix: Espargaró con su joven y animoso tocayo.
Mela Chércoles

Al margen del resultado de las carreras de hoy, éste habrá sido el fin de semana más feliz de Aleix, en la foto que acompaña a estas líneas junto a otro Aleix, Espargaró. Y es que Aleix Sánchez es un chaval de siete años, “y medio”, que le gusta decir, que sin competir en la pista ya ha demostrado ser un auténtico campeón en su pelea contra una maldita leucemia que está superando.

El niño de Mollet, tierra motera por excelencia al ser la casa de la histórica Derbi, se lo está pasando en grande en Montmeló conociendo a unos cuantos pilotos que le abren las puertas de su box, charlan con él, le suben a su moto y hasta le regalan material para la subasta que su familia hará, con la intención de recaudar fondos para la investigación del cáncer infantil. Aleix, a su vez, les regala pulseras que llaman ‘CANDELAS’, hechas por él y otros niños como él en la Obra Social San Juan de Dios, con las que además de recaudar fondos con el mismo fin, les sirve para entretenerse durante sus largas estancias en el hospital.

Los hermanos Espargaró están volcados en ayudarle y ellos mismos promocionarán en las redes sociales una subasta benéfica para la que ya han aportado guantes y monos. Maverick Viñales hará lo propio en breve y tanto él como su jefe, Sito Pons, y sus mecánicos estuvieron muy cariñosos con Aleix en su visita al box del equipo Páginas Amarillas HP 40.

La historia de las pulseras empezó con Candela, una niña ingresada en ese hospital de San Juan de Dios por esta enfermedad. Para pasar el rato en el hospital, Carmen Mora, una voluntaria, le enseñó a hacer pulseras. Dos amigas de la niña, Mariona y Daniela, tuvieron la idea de llamarlas CANDELAS, venderlas y recaudar fondos para la investigación del cáncer infantil.

La idea fue tomando forma y actualmente las familias de la octava planta, oncohematología, juntamente con los chipirones, que así llaman cariñosamente a los niños, han extendido las pulseras todo lo que han podido, convencidos de que en la investigación está el futuro de sus hijos y de tantos niños como ellos. Existe una cuenta a beneficio de esta obra social, para quien quiera colaborar en la medida de sus posibilidades: 2100 3887 01 0200046321.