Lewis Hamilton: “Así que llevas el dorsal 14, eh… voy a por ti”

Se reía. El tal Hamilton se reía de mí como si le fuera la vida en ello. “En la segunda curva te he adelantado y me gritabas ‘aahhhh’, ha llegado la tercera curva y bien, pero en la cuarta has hecho un trompo y ya no te he visto hasta mucho después, ja,ja,ja,ja”. El tipo, vestido con su mono oficial de Mercedes, el mismo con el que intentará, y posiblemente logrará, ganar el GP de España el próximo domingo en Montmeló, su gorra de plato mítica donde las haya, sus ricitos recortados y los dientes más blancos que en un anuncio de dentífrico. Ahí estaba. Riéndose de mí. Claro. Normal.

Estábamos en el kárting de Castellolí, a unos sesenta kilómetros de Barcelona, un lugar impresionante, una pista de 1,4 kilómetros, con varias curvas complicadas, un ‘Sacacorchos’ al final, en fin, algo muy profesional, destinado a profesionales, no a esos que sólo servimos para escribir de los que tienen talento. Y ahí apareció Hamilton, ya con la sonrisa que no se le iba a quitar, quizá previendo lo que iba a suceder después, quizá porque sabe que este año tiene un coche para ganar carrera tras carrera y eso le hace feliz. Quizá.

Lo cierto es que allí estaba, con cierto retraso por la compañía aérea que la traía y directo desde El Prat en un impresionante Mercedes CLS provocando risas y ánimos, ¿quién lo iba a decir cuando España entera se alegraba de su enganchada en China 2007? Por ejemplo. Pues bien, rueda de prensa y después unas vueltas al trazado, ayudado por los eficientes comisarios de pista y el personal del kárting, dio cinco vueltas y explicó a los periodistas cómo pilotar. Explicó, digo.

Primero, los plumillas, cámaras, foteros y demás personal que sigue a éste y a los otros locos por el mundo. Los tres primeros competirían junto al campeón del mundo de 2008. Eran, éramos unos veinte. Se clasificaron Miguel Martínez Cueto, el eficaz editor de Movistar TV; Álvaro García, brillante camarógrafo de Antena 3 TV y éste su enviado especial de AS. Hamilton, que ve mi kart. “Atento al dorsal que llevo, éste es mejor que tú”, le digo entre risas. “Así que llevas el 14, eh… voy a por ti”, dice el ganador de las tres últimas carreras. Se da la salida, primera curva a punto del choque, segunda un coche me pasa por la derecha y me toca el kart con la mano, como los toreros, me voy a por él gritando como un kamikaze y así acabo dos curvas más allá con la máquina mirando al lado contrario. Después les pillé y el piloto siguió jugando. Hamilton se divirtió pero la victoria fue de Álvaro, un genio. “Nos vemos en la pista”, se despide Lewis. Mejor en la próxima entrevista, a ver si ahí te gano yo. Cada uno…