Rallys
Robert Kubica promedia hasta ahora dos accidentes por rally
Desde que debutó en la categoría máxima en el Mundial de rallys, el expiloto de Fórmula 1 lleva diez accidentes en las cinco citas mundialistas que ha corrido. Un dato preocupante.
Golpe a golpe. Siguiendo la letra de la canción Caminante de Serrat, Robert Kubica lleva acumulados diez accidentes en sus cinco participaciones con coches de la categoría máxima en el Mundial de rallys. Un promedio casi inigualable: dos por cada carrera que ha iniciado al volante de un world rally car. Un récord que ya empieza a preocupar a la gran familia de los tramos cronometrados. Él mismo admite: “Estoy pasando por un momento difícil en mi carrera”.
Tras lograr el título de WRC2, el polaco debutó el pasado año en Gran Bretaña con el Citroën DS3 WRC. Tan sólo completó tres tramos en la primera etapa y dos en la segunda, tras reengancharse. Ya esta temporada, en Montecarlo debutó con el Ford Fiesta sorprendiendo, ya que ganó los dos primeros tramos y se colocó líder, pero en la segunda jornada otro golpe le apeaba de la prueba, en la que no estaba permitido reengancharse.
Suecia ha sido el único rally en el que ha llegado a la meta, eso sí, tras sufrir tres accidentes a lo largo de la competición. Al ser la nieve más blanda que las cunetas del resto de rallys, esta vez completó la prueba. Y en las dos últimas citas, México y Portugal, de nuevo salió a dos accidentes y abandonó en cada una. Si a esto sumamos que sufrió otro golpe en los test de Montecarlo y en los reconocimientos de México, Kubica completa un record difícil de igualar de una docena (diez en competición y dos fuera) en cinco rallys.
Lo cierto es que el polaco tiene mucho mérito, porque físicamente no está al cien por cien tras su accidente con un Skoda en Italia. Al salir del coche, para guardar su mano derecha en el bolsillo, necesita ayudarse con la izquierda. Es decir, conduce prácticamente con una mano, y es por ello por lo que se le ha permitido el uso de una palanca de cambio en la parte izquierda del volante. Kubica es tan receloso de sus métodos de conducción, que no permite que las cámaras subjetivas graben como conduce.