Marc Márquez disfruta y nos hace disfrutar en Texas

A punto de arrancar la Q2, el speaker de Austin dice por megafonía que “Lorenzo sale el primero a la pista para no encontrarse tráfico y a Márquez le da igual estar delante, detrás, en el medio, cruzado o con una rueda levantada”. Sin duda, era premonitorio, porque a los quince minutos de abrir el pico caía la segunda pole del año para el campeón, pero a nadie escapa que cualquier otro poleman habría sido una auténtica sorpresa.

Lo llamativo de la afirmación es lo rendido que está el público estadounidense a Márquez, victorioso en las cinco últimas carreras que ha disputado en el país de las barras y estrellas (tres de MotoGP y dos de Moto2), y también el revuelo que causó verle coronar la rampa de despegue que da paso a la primera curva con la rueda trasera levantada lo menos dos palmos. Muchos se preguntan si eso que vimos en el FP4 fue un susto o pura diversión y, aunque cueste creerlo, el pupilo de Alzamora disfruta con esas cosas. El día anterior ya lo había hecho en otro punto del circuito, con el tiempo cumplido y camino del ensayo de una salida. Se lo pasa bien. Se divierte encima de la moto buscando el límite y domándola, aunque eso conlleve algún susto, que no fue este caso del invertido.

Tras él, Pedrosa para completar el doblete Repsol Honda, a 0.289, y Bradl. Una primera fila cien por cien Honda. La segunda fue al completo para tres Yamaha. La primera la Open de Aleix, las otras dos, las oficiales de Lorenzo y Rossi, que deberían pelear hoy, salvo sorpresa, por la segunda plaza, porque la primera difícilmente será para otro que no se llame Márquez.