“Era difícil decirle no a Peugeot”

Tras cinco títulos del Dakar, Cyril Despres (24-1-1974, Fontainebleau) aparca la moto y se pasa a los coches. Un francés en la francesa Peugeot. Normal que el miércoles, en los Campos Elíseos, dijeran aquello de “c’est magnifique!”.

—¿Qué le dan los coches que no le den las motos?

—Exactamente no lo sé, pero estoy decidido a aprender cómo se pilotan, cómo se arreglan, cómo se comportan... Tras quince años en moto me animo a este apasionante proyecto. Era un sueño que se ha hecho realidad gracias a Peugeot y había que aprovecharlo.

—El paso a las cuatro ruedas era algo esperado, faltaba ver cuándo. ¿Por qué ahora?

—Nunca puedes tener planificado cuándo llegará esa oportunidad. Por ejemplo, no sabes cuándo vas a tener el chip listo para entrar como piloto de motos profesional, como me ocurrió con Nani Roma en 2001. No lo sabía entonces, no lo imaginaba, y ahora vivo una sensación similar a aquella. Tienes una oportunidad, una oferta y cuando vuelves a casa te sientas y piensas: me gusta mucho la idea. La verdad es que el proceso ha sido muy fácil, rápido, no es algo que tuviera en mente en el pasado Dakar. La oferta de Peugeot era genial, era difícil decirle que no.

—Ahora se queda Marc Coma sin su gran rival...

—Seguro que lo hará bien, pero lo que a mí me preocupa ahora son los coches. En cuanto a las motos, sólo habrá que pedirle a otro motero que iguale el récord de Peterhansel.

—¿Qué es lo que más le atrae de subirse a un coche?

—Es un desafío, un proyecto muy atractivo. No sé exactamente cómo serán los entrenamientos, ese trabajo, pero eso es lo que me atrae, un nuevo reto de futuro. Me gustan las sorpresas. Lo primero que voy a hacer es escuchar a un piloto como Carlos (Sainz) y veremos a partir de ahí cómo progreso. Sainz es un compañero de lujo, ha demostrado su talento, su pasión por competir y debo aprovechar su experiencia. Lo único que puedo decir es que estoy en el equipo perfecto para hacer ese trabajo.

—Es decir, que por ahora, lo del Dakar 2015 presentado la semana pasada en París queda en segundo término...

—Sí, por lo pronto no sé cómo son las pistas en coche, así que sólo queda aprender. Me lo paso muy bien en moto y cuando he podido hablar con algunos pilotos que han hecho ese viaje a los coches, como Nani (Roma) o Stéphane (Peterhansel), me han dicho que se divierten mucho. Y yo disfruto con los coches, como sucedió hace dos semanas con un buggy en el circuito de Pas de la Casa en un evento de Helly Hansen. Me divertí...

—Y se imaginaba en Copiapó, subiendo dunas...

—Casi. Bueno, más bien en Córdoba y por aquella zona de Argentina. (Risas). Lo cierto es que todo eso me motiva para lo que pueda venir en el futuro. Tengo ya ganas de competir.