Quince años de un título histórico
Crivillé: “Fui pionero al romper el molde y ahora disfruto”
Fue el primer español en ser campeón del mundo de la categoría reina: “Entonces era terreno de americanos y australianos. Ahora hay que disfrutar este momento tan dulce”.
Eran los años 90, cuando aún había molinos que derribar. Arantxa Sánchez Vicario arrebataba el nº 1 mundial a Steffi Graf y Álex Crivillé demostraba que Mick Doohan era batible. Ahora, quince años después del primer título español en la categoría reina (500cc), así ve el de Seva (4-3-1970) el Mundial que arranca en dos semanas.
—¿Cómo recuerda el 24 de octubre de 1999?
—Eso queda escrito de por vida, lo voy a recordar siempre, por ser el primer español en conseguir ese título en una época difícil, con unas máquinas complicadas de llevar. Era terreno de australianos y estadounidenses, y yo fui el pionero al romper ese molde. Es un honor.
—En aquellos años, los plenos españoles en la máxima categoría nos sonaban a ciencia ficción.
—Los himnos en 500cc o MotoGP van cambiando. Antes oíamos el himno inglés, en la década de los 80 y 90 el estadounidense y el australiano, luego el italiano, sobre todo con Rossi, y ahora es turno del español. Hay que celebrar este momento tan dulce de nuestro motociclismo. Disfrutar a tope.
—¿Cómo se gana a Doohan?
—Trabajando muy duro. Tanto física como psicológicamente era muy fuerte, trabajaba mucho con Honda, estaba muy implicado, conseguía la mejor moto. Físicamente era un armario; en las 500 de entonces tenías que forzar mucho para entrar, para levantarla y salir, al no tener controles de tracción.
—Eso quería preguntarle, ¿cómo era aquella NSR 500?
—Al principio aquellas motos eran muy complicadas de llevar, en la gasolina teníamos más octanaje, era 120 y luego bajaron a 100 y entonces era un poco más dócil, y fueron poniendo curvas de potencia más suaves para que se pudiera pilotar. Porque cuando entré en el 92 eran propulsores muy radicales, tenían poco margen de vueltas, de siete y poco a 12.500 rpm, y con ese margen te daban 200 CV. Si no tenías la curva bien encarada y con tacto de gas, era fácil irte al suelo.
—Al subirse a las de ahora supongo que parecen de seda...
—Son una maravilla, van divinas. Tienen muchos parámetros para ponerlas a punto, niveles de controles de tracción, corren más, aceleran más, son estables, hay más margen de vueltas, los neumáticos agarran muy bien... Son maravillosas.
—En esas motos inciden desde Dorna con el cambio de reglamento. Las Factory y Open y a última hora, por sorpresa, las Factory 2. ¿Qué opina?
—El año pasado ya se cambiaron las cosas con las CRT y ahora con esta nueva clasificación. Las Open son prácticamente de fábrica, porque las Yamaha son motos realmente muy oficiales. Se está trabajando para que haya una parrilla más ajustada en tiempos y que todas las motos sean prácticamente iguales, lo que creo que va a costar, pero bueno... Aunque me da que los que van a luchar por el título van a ser los mismos.
—Pues vayamos con ellos. ¿Cómo ve a Márquez?
—Parte en desventaja respecto a los demás porque por su lesión ha hecho menos kilómetros de pretemporada. Pero es la referencia y la puesta a punto no creo que le afecte mucho, no tendrá problemas para estar delante. Y si no es en las primeras carreras, esto es muy largo...
—¿Lorenzo?
—Le gusta buscar la perfección. Busca más la puesta a punto, si la moto no está perfecta él trabaja duro en ello. Quizá le afecta más el hecho de no tener la moto en el sitio. Cuando no ha estado Márquez en los test, ha liderado Jorge.
—¿Pedrosa?
—Conoce a sus rivales, cómo es Lorenzo, qué pie calza Márquez. Tendrá que darlo todo e ir a por el título, tiene la capacidad y ese don para estar ahí. Y está trabajando muy duro para lograrlo.
—Una frase que puede sonar casi irreverente: ‘Rossi no tiene nada que hacer en la lucha por el título’.
—No sé, porque Rossi se crece mucho en las carreras. Sobre el papel sí que tiene menos posibilidades que los tres de cabeza, pero ha trabajado duro este invierno. No hay que descartarlo, será mejor analizarlo a partir de la tercera o cuarta carrera.
—¿Y a qué otros pilotos le apetece ver?
—Tengo ganas de ver dónde está Aleix, porque una cosa es hacer los grandes tiempos de los test, vuelta a vuelta, y otra hacerlos toda la carrera. También ver el reencuentro de los dos hermanos Espargaró en pista o el de Pol con Marc... Hay muchos alicientes. A ver si empieza ya.