Exhibición en Johannesburgo
Marc Gené logra desatar la pasión por Ferrari en Sudáfrica
Rodó con un F60 ante 30.000 personas en los alrededores del estadio en el que España consiguió el Mundial, en un evento que supone el retorno de la F-1 al país desde 1993.
Cogió el cuadro con Iker Casillas rodeado por el resto de la Selección, lo descolgó y se lo dio a Marc Gené. De esa manera Jacques Grobbelaar, presidente del Soccer City de Johannesburgo, quiso dar las gracias al español por hacer felices a más de 30.000 compatriotas durante una hora en las calles próximas al estadio en el que España se proclamó campeona del mundo de fútbol en 2010. Sudáfrica. Aquel día...
Este día... “Fue bonito. Siempre es divertido llevar un coche de Fórmula 1 tan cerca de la gente, algo que nunca sucede durante un gran premio. Estoy contento de poder haber hecho esto por la gente de Sudáfrica, especialmente por los más jóvenes, para mostrarles la emoción que proporciona este tipo de coches que llevan un tiempo sin pasar por este país”, explicaba el probador de la escudería italiana.
Y es que la última vez que la F-1 visitó el país fue en 1993 cuando Alain Prost, campeón aquel año con el Williams, ganó la carrera con más de un minuto de ventaja sobre Ayrton Senna y su McLaren. Tres años antes Nelson Mandela había salido de la prisión Víctor Verster y las sanciones por el apartheid revocadas. Volvió la F-1. Uno de los momentos más especiales de Gené en Sudáfrica fue visitar la casa en la que vivió el mito y su familia en Soweto. “Cualquiera que venga a Johannesburgo tiene que venir aquí para comprender quién fue este hombre y lo que consiguió en la promoción de los derechos humanos, la democracia, la reconciliación, el respeto mutuo y la tolerancia entre los pueblos de Sudáfrica. Sus lecciones deberían ser siempre recordadas y tenidas en cuenta por todos”, explicó.
En un evento organizado por Shell, televisado por el principal canal del país y al que se asistía con entrada, Gené deslumbró a los sudafricanos con derrapajes, trompos y el sonido del motor V8 del Ferrari F60 de 2009 en un trazado de 1.480 metros. Antes de coger el avión de regreso recibió el aplauso del policía de aduanas al ver su pasaporte. Gratitud de un país increíble a un tío grande.