DAKAR 2014
Nani Roma y Marc Coma sellan un doblete histórico en el Dakar
Nani y Marc se proclaman campeones en coches y motos, algo que no había logrado España en la historia del raid más duro que se disputa en el mundo.
El polvo te cubría los ojos... Lo decía Pablo Neruda en su ‘Oda a Valparaíso’, lo cantan ahora Marc Coma y Nani Roma, campeones del Dakar, héroes por fin tras dos semanas de viaje. Tras tanto polvo. Es el primer doblete español en la carrera más dura del mundo, es decir, un nuevo ejemplo de que los españoles no tenemos un corazón bajo el pecho... sino un motor. De mil cilindros.
Caprichos del destino, el título le llega a Roma justo diez años después del que abrió el palmarés español en el mítico raid. Fue otro 18 de enero, entonces en África, en la llegada al Lago Rosa, sobre dos ruedas, pero la alegría es comparable. Al de Folgueroles (Barcelona) le vale además para colarse en el club VIP del Dakar, aquel que admite a quienes han sido capaces de vencer al desierto en moto y en coche: Hubert Auriol y Stéphane Peterhansel. Los citamos en orden cronológico, porque Stéphane sigue vivito y coleando en esto de las carreras, que se lo digan a Nani, compañero y rival en el equipo X-Raid que nos regaló teatro y marionetas con aquello de las órdenes de equipo.
Ayer, Peterhansel abría etapa (157 kilómetros de especial) con sólo 26 segundos de ventaja sobre el español. En el primer way point, Nani ya era virtual líder al aventajar en 32 segundos a Monsieur Dakar. Poco a poco aumentó la ventaja hasta que, sentenciada la carrera, el francés decidió ralentizar su Mini All4 Racing con el dorsal 300 y esperar a Nani. Era su forma de homenajearle, de espantar quizá los fantasmas que alguno quiso colgarle tras la polémica decisión de Sven Quandt, patrón del equipo. Nani era líder antes del culebrón y así cerró ayer la carrera en Valparaíso.
La sonrisa era inmensa y compartida, viajera entre Folgueroles y Avià. De Roma a Coma, sin rimas. De un piloto que suma su segundo título a quien ya tiene cuatro. Hace un año por estas fechas, a Marc le tocaba comentar la carrera desde un plató de televisión. Una caída en Marruecos le lesionó el hombro y tuvo que renunciar a ese Dakar que en él ya es una forma de vida. Los grandes se caen y se levantan, Marc lo ha hecho de nuevo con esa KTM a la que nadie puede hacer frente: trece títulos consecutivos, se ve que por Austria no entienden de supersticiones.
Coma ha librado un apasionante duelo con Joan Barreda, con quien el raid ha sido especialmente cruel ya en los postres. El viernes, su Honda dijo basta y lo que era un segundo puesto se convirtió en un séptimo que no debe hacernos dudar del enorme talento del piloto de Torreblanca (Castellón). Como tampoco podemos pasar por alto a Jordi Viladoms, a quien KTM fichó tras la muerte de Kurt Caselli y que ha finalizado segundo, su mejor puesto de siempre. Ni, obviamente, a Laia Sanz, a quien sólo una coleta asomando bajo el casco la delata. Su 16º puesto en la clasificación final demuestra que las chicas son guerreras, también aquí, en el Dakar. Donde se gana, como hicieron Roma (Coches), Coma (motos), Karginov (camiones) o Casale (quads), pero no se olvida. Roma recordaba al que fuera su copiloto Henri Magne, que falleció mientras competían en Marruecos en 2006. Y Coma a Caselli. “Quiero dedicar esta victoria a mi amigo Kurt, que seguro que desde algún sitio nos ha ayudado mucho estos días”, decía Marc. Cuando el polvo ya no le cubría los ojos.