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RAIDS

"En 2004 el Lago Rosa parecía más que rosa, casi no lo veía"

El próximo enero se cumplen diez años de la victoria en moto en el Dakar de Nani Roma, el primer español en conquistar la mítica prueba.

Nani Roma.
KH-7

Es un recuerdo imborrable, por mucho que sople el viento y vuele la arena en el Dakar. Nani Roma (17-2-1972, Folgueroles, Barcelona) quedará en los libros de historia como el primer piloto español en proclamarse campeón del raid más duro del mundo. Fue en 2004, sobre una KTM. El piloto de KH-7, que ultima la edición 2014 en la que competirá con un Mini ALL4 Racing, sonríe cuando echa la vista atrás.

El Lago Rosa, en Senegal, el que era punto y final del Dakar en África, suele verse más bien marrón. No sé si aquel 18 de enero de 2004 le pareció de un rosa casi fucsia...

El Lago Rosa me pareció más que rosa, casi no lo veía, estaba emocionado... De lo que te das cuenta ahora es de lo rápido que pasa el tiempo. Fue un momento genial en mi vida, profesional y personal, y lo bueno sería poder repetirlo ahora en Sudamérica.

Hasta ese 2004 había disputado ocho ediciones del Dakar en moto y sólo había terminado una.

Fue en 2000, cuando había ido líder toda la carrera y a dos días del final, antes de llegar a Egipto, tuve un problema con el motor. Lo cambié por la noche y al final terminé en el puesto 17. El 2000 es uno de los años en que creo que merecí la victoria. En los otros había tenido que volverme a casa antes de tiempo por roturas mecánicas o algún accidente.

Pero al final hubo premio. Está visto que el que la sigue la consigue...

Sí. Fuimos perseverantes, creímos en uno mismo, en que lo podíamos conseguir. Y es lo que me ocurre ahora, aunque en este caso compita en coche.

¿Dónde ha estado esa KTM de sus amores todo este tiempo?

La tengo bien guardada, en la entrada de mi casa.

Era una LC4 660R. ¿Qué me cuenta de ella?

Era una moto que yo conocía muy bien, que habíamos trabajado mucho, con un motor potente, una moto grande... Ayer estaba cogiéndola para hacer el vídeo sobre estos diez años y me daba cuenta de lo grande que era.

Sobre todo si la comparamos con las que ahora llevan Marc Coma y compañía.

Sí, no tienen mucho que ver. La última KTM o la última Honda que han hecho son pequeñitas. Aquella KTM era una moto que iba muy bien y la gran ventaja es que yo había estado muchos años trabajando con ella, era una moto evolucionada desde el año 96 en que fui al Dakar, hasta llegar a la de 2004. Es decir, había parte de mi trabajo en ello. Esa moto es muy buen recuerdo, porque cada vez que entro a casa allí está.

No ha vuelto a Senegal desde que el Dakar dejó África, pero supongo que la melancolía llega cuando uno revisa vídeos, fotos, etc...

Sí, ayer, por ejemplo, con la gente de KH-7, cuando estábamos viendo vídeos e imágenes, te das cuenta de lo chulo que era África. Bueno, de lo chula que era la carrera allí, porque África existe, los países existen y se echa de menos todo aquello.

Desde que el Dakar cambio de continente, Nani Roma siempre ha repetido que la carrera debe volver a África. No sé si con el paso de los años cada vez se lo cree menos.

Me lo creo menos, es cierto, porque la situación geopolítica allí no es buena. Me pongo muy triste cuando veo los problemas que hay en Tombuctú, en Mopti, en Agadez, que matan a gente, derrumban monumentos históricos. Y allí he estado, he pasado, y son gente fabulosa. Cuando ves lo que pasa te das cuenta de que es muy injusto.

Ahora, diez años después de aquel éxito, compite en el Dakar sobre cuatro ruedas. ¿Se vive más cómodo en coche?

Dentro del coche, yo que soy grande, pues no te creas. El día a día es complicado. Pero bueno, también cuentas con un copiloto y podríamos decir que el hábitat es más fácil. A ver, al final, en moto es más chungo que en coche. (Risas). Porque vas solo. La vida en coche es un poquito más fácil, y sobre todo cuando tienes un accidente en moto, cuando ves el suelo que te está dando en la cara y das tantas volteretas. Está claro, en coche es más seguro.

Usted quiere entrar en el club de Hubert Auriol y Stéphane Peterhansel, los únicos que han ganado el Dakar en motos y en coches. De momento está en la puerta.

¡A ver si no me da la puerta en los morros! Espero que en la edición que empieza dentro de un mes por fin pueda unirme a ellos.

Diez años y mil recuerdos. ¿El mejor de ellos?

El mejor momento fue cuando terminó la penúltima etapa, antes de llegar al Lago Rosa, tenía que cubrir 500 kilómetros. Y fueron 500 kilómetros de aquellos que no quieres que nunca pasen. Tenía que llegar al hotel, atender a la prensa y demás, pero era una gozada ir en la moto tranquilo, por las carreteras, mirando a la gente, viendo África, pensando en que había ganado el Dakar.

¿Es cuando más disfrutó África?

Sin duda, en aquellos 500 kilómetros. Fue espectacular. ¡Mira, se me pone la piel de gallina!