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Fórmula 1

Stefano Domenicali se sincera: "No soy el problema de Ferrari"

El director deportivo de Ferrari habla en exclusiva para AS sobre los problemas de la escudería, su trabajo y cómo piensa hacer que su equipo vuelva a ganar en Fórmula 1.

Domenicali.
Ferrari

Stefano, cuarta temporada de Alonso en Ferrari y otra vez sin ganar el título. Al principio de año parecía que la cosa iba bien, pero... ¿Qué ha pasado?

Mira, creo que lo que ha pasado lo podemos resumir, desde un punto de vista técnico, en dos factores principales.

¿Cuáles son?

El primero es que al inicio de la temporada teníamos un coche que no era competitivo en calificación, pero era muy bueno en ritmo de carrera. El momento cumbre fue en Montmeló, donde los Mercedes coparon la primera línea, y nosotros ganamos con mucha diferencia hasta el punto de sacar más de un minuto a Nico y doblar a Hamilton. El problema que ha habido es que no hemos podido desarrollar el coche de manera constante, porque por desgracia hemos tenido, en algunos casos como Silverstone o Alemania, desarrollos del coche que en vez de mejorar, empeoraban el monoplaza.

Eso no se puede permitir en Ferrari.

No, claro, pero déjeme. El segundo problema, el cambio de tipología del neumático, sin hablar del porqué o si es justo o no, no quiero hablar de eso. No hemos sido capaces de explotar la mejor característica que teníamos: hacer nuestro coche competitivo en ritmo de carrera. Estos dos factores han sido la causa, por la que, por desgracia, somos segundos.

Ser segundos no es lo que se espera de Ferrari. Hace un año en una entrevista me dijo: "Haremos todo por dar un coche competitivo a Alonso". Parece que no han tenido éxito...

Y así fue a principio del año, los problemas han sido estos dos factores. Y no desarrollar el coche explotando las que eran nuestras características. Cuando las cosas no van bien siempre hay razones. Si tú me dices 'el año pasado' El año pasado no ganamos porque tuvimos muy mala suerte.

Tampoco el coche era el más rápido.

Si dos veces te hacen irte fuera en la primera curva no es culpa del coche que va lento o rápido En la última carrera, con un accidente como el de Vettel, nosotros estaríamos fuera. Si hubiésemos ganado, habríamos hecho un año extraordinario y nadie diría nada. Pero, como siempre que pierdes en deporte, hay que saber aceptarlo y mirar adelante.

El caso es que en 2013 tampoco se ha podido estar ganando de manera regular.

El arrepentimiento que tenemos este año es el de haber perdido puntos en la primera parte de la temporada, porque podíamos haber hecho más, y luego no haber mejorado el coche como yo esperaba y como había pedido a mis técnicos.

¿Qué se está haciendo para arreglar esta situación?

Cuando no se mejora siempre hay razones: falta de creatividad, de instrumentos a la altura para hacer bien el trabajo pero estoy seguro que, tras un periodo de tres años en el que hemos cambiado prácticamente todo, sistemas de simulación, software, organización..., este año logramos partir con un instrumento fundamental: el túnel del viento nuevo de Maranello, a una escala del 60%, con una dimensión mucho más grande, con un 'motion system' que te permite tener ángulos y movimientos del modelo avanzados. Todos instrumentos en una F-1 así de competitiva son necesarios para poder ganar.

La falta de aerodinámica ha matado a Ferrari estos años.

Así es. Si voy a que no hemos desarrollado bien el coche, es que hemos sufrido siempre en los últimos años por no haber entendido al 100% el uso de las descargas con efecto aerodinámico. Es un problema que llevamos dentro desde que existe el efecto aerodinámico y que no hemos sido capaces de resolver del todo. Lo hemos mejorado, pero nunca resuelto.

Pues deben resolverlo para 2014 porque otro año sin ganar ya sería demasiado.

Esto el próximo año no será tan importante. Además es otro motivo por el que creo que habiendo completado la organización que ahora tenemos con un gran director técnico, James Allison, que se ocupa de la proyección del coche, y un técnico, Pat Fry, que se ocupa del desarrollo del coche, de la simulación y gestión en pista teniendo los instrumentos renovados, y no teniendo un área de desarrollo para nosotros difícil, estoy seguro que tenemos todo para hacerlo bien. Dicho esto, siento mucho que este año esté yendo así aunque seamos segundos, que tampoco somos últimos

En Ferrari hay que ganar.

En un mundo así de competitivo, no se vive sólo con el nombre. Hay que hacer todo en el momento justo y en este periodo creo que hemos completado todo el cuadro para poder, de manera consolidada, ser muy buenos. Y además no habríamos recibido tantas críticas si hubiésemos ganado el año pasado, que fue extraordinario y sin el coche más rápido.

La cosa es que no han ganado. En otros deportes como el fútbol si no se gana se echa al entrenador. ¿Por qué sigue usted como jefe de Ferrari?

Has dicho una cosa equivocada. Yo no soy el entrenador, soy el administrador delegado de un equipo que hace deporte. Así que, el caso del fútbol, que si no ganas echan al entrenador, no es el caso de Ferrari. No se cambia a Domenicali y mañana ganas. Claro, mi jefe puede hacerlo; si lo hace, agradeceré siempre haber estado en Ferrari. Pero hay un dicho en Italia que dice: "Cuando dejas la carretera que conoces, la otra puede ser peor". Yo lo que puedo garantizar es que intento dar los mejores instrumentos a las personas que trabajan con el coche, que diseñan el coche, las elecciones de los pilotos, patrocinadores, hacer funcionar el sistema. Mi dedicación es total, sabiendo que podemos ser cambiados, pero no con la lógica del fútbol. Porque no es que si compro un defensa o un atacante, gano el campeonato. Este símil de fútbol no es la clave del éxito en F-1.

Son muchos los que dicen que el problema es usted.

El problema no es Domenicali. Domenicali es una persona que es el primero que entra a trabajar y el último que sale, se dedica a que no les falte de nada a sus hombres, y en estos años creo que hemos construido una base de un equipo que debe ser el mejor de todos. Si hubiésemos ganado en 2012 tampoco Domenicali habría sido un fenómeno, sólo habría hecho su trabajo, pero si nos echan en la primera curva, no hay que cambiar a Domenicali, y no lo digo por mí o porque sea yo, es un hecho.

La cuestión es que en España e Italia cuando Alonso llegó a Ferrari se esperaba que dominaran, que el mejor equipo y el mejor piloto ganarían.

Y por eso hace falta recordar la poca racionalidad de italianos y españoles, que anteponemos la pasión. Cambiar por cambiar, vuelve interesante la noticia, que vive de emociones. Pero el cambio trae discontinuidad y ésta puede volverse peligrosa. Y hablando de esto: cuando se habla de pilotos, cuántas veces he leído en el pasado: 'Hay que cambiar a Felipe'. Ahora leo: 'Felipe se tiene que quedar'. ¿Pero en qué quedamos? Un poco de racionalidad. Soy el primero que defiende a Felipe y lo haré siempre porque es un chaval extraordinario, una persona dedicada al equipo, pero hay que hacer una valoración profesional. Estoy seguro que si hago caso y cambio a Felipe hace años, en las dos primeras carreras sería todo extraordinario, pero si a la tercera un piloto nuevo va peor, otra vez a cambiar. La valoración tiene que ser más racional en general.

Pero en Ferrari tienen en cuenta a la Prensa. ¿No le condiciona la presión?

El mundo del deporte es muy competitivo y la gente puede pensar lo que quiera. Lo importante es que esto que se dice no te condicione porque si uno vive condicionado no es lúcido en sus elecciones que, en ciertos cargos como el mío, tienen que serlo. Y claro, la responsabilidad es mía si se gana o no.

Antes ha dicho que no es un entrenador de fútbol, ¿cómo es un día suyo de trabajo? Para que los lectores de AS sepan lo que hace.

Largo. En pista es distinto, porque allí, bien o mal, lo sacan adelante los técnicos, los ingenieros Yo en circuito controlo que todo vaya bien, el lado comercial, político..., pero a diferencia de otros que sólo van al muro a dejarse ver, yo no lo hago porque honestamente estoy bien desde detrás del box.

¿Y en Maranello?

En casa, reuniones continuas con mis colaboradores para buscar mejorar, para volver el coche más eficiente, ahorrar dinero, buscar soluciones justas desde el punto de vista político en estos días de cambios en la F-1. Es una actividad cotidiana que me ocupa totalmente, se hacen muchos sacrificios y si me preguntas algo que echo de menos, me falta mucho tiempo para mi familia. Es un trabajo donde te masacran desde fuera, hace falta ser firme, saberse aislar. Si uno vive en estos tiempos difíciles y con la presión externa, también sufre la familia. Desgraciadamente en este mundo que juzga y sobre todo ahora con el Twitter y estas tecnologías la gente ha perdido el significado de la palabra.

Todo eso no debería importarle a alguien como usted.

Sí, cuando cualquiera se permite ser ofensivo contra una persona que sólo quiere hacer bien su trabajo por las personas que han confiado en él. Y en casa, la familia lee ciertas cosas, hacen tanto daño. Y se pierde el verdadero significado de lo que realmente se quiere decir. Este aspecto, si eres sensible, puede hacer daño. Yo lo soy y claro que me disgusta, pero busco aislarme, pretendiendo que mi familia esté aparte de este juego tan feo.

Pero el sacrificio merecerá la pena, no ha pensado en irse.

Sabes, he nacido en Ferrari, me ha dado tanto como yo he dado a esta familia. Se hace por pasión, porque uno cree en lo que hace, y ahora también lo hago para demostrar a todos aquellos que se toman el placer de ofenderme, para demostrarles que no entienden nada, y que antes o después llegará su momento. Sin personalizar, sin emotividad, porque siempre en ese juego haces el juego del que te desea mal.

Gracias por su valentía. Mañana seguiremos hablando de Alonso, por ejemplo.

Gracias a ti, así será.