Laverty gana y mete presión a Sykes en la lucha por el título

Eugene Laverty no está dispuesto a que Tom Sykes se proclame campeón del mundo de Superbikes. Lo que a una vuelta del final sonaba a medio título en el bolsillo para Sykes, que lideraba la carrera, se convirtió segundos después en victoria de Laverty. Por si fuera poco, Davide Giugliano (segundo) y Marco Melandri (tercero) también superaban al de Kawasaki y le dejaban sin podio. El triunfo permite a Laverty adelantar a su compañero de equipo, Sylvain Guintoli, y situarse a 23 puntos de Sykes (el francés queda ahora a 24) cuando sólo quedan dos citas (cuatro carreras) para el final del campeonato. Magny-Cours y Jerez serán protagonistas del desenlace.

El hecho de desglosar las carreras del gran premio en dos días, y no en el habitual formato doble de los domingos, quizá resultó una losa demasiado pesada para Guintoli. El triunfo del sábado alejó a Sykes a 22 puntos y el francés tuvo un día para darle vueltas a la cabeza. Ni siquiera la pole en parrilla le había valido para poder recortar puntos al británico de Kawasaki. Pues bien, en la Carrera 2, la victoria no llevó el sello de Sykes sino de Laverty. El norirlandés dio un tirón en los primeros compases, luego supo mantenerse en un discreto segundo término, y finalmente, resultó letal en la última vuelta. Hasta ese golpe final de Laverty, fue Giugliano el principal animador de la carrera; el italiano de Aprilia protagonizó una remontada en la que se deshizo de los pilotos Aprilia, también de Melandri, en una de las acciones más espectaculares de la carrera.

Mientras, por detrás, Toni Elías (Red Devils Aprilia) y David Salom (Kawasaki Racing Team), los representantes españoles, mejoraban vuelta a vuelta, firmando finalmente un séptimo y un noveno, respectivamente. Las últimas cinco vueltas depararon una lucha de cuatro pilotos por la victoria: Sykes (Kawasaki Racing Team), Giugliano (Althea Racing Aprilia), Laverty (Aprilia Racing Team) y Melandri (BMW Motorrad GoldBet). El golpe letal lo dio Laverty. Habrá que ver ahora cómo lo encaja Sykes. La respuesta, en Magny-Cours.