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Automovilismo

Villadelprat niega el alzamiento de bienes en Epsilon Euskadi

Joan Villadelprat asegura a este periódico no haber cometido el delito ni tiene ninguna constancia de ningún procedimiento abierto contra él al respecto por la Fiscalía de Álava

Actualizado a
Villadelprat quería que Epsilon fuera el primer equipo español en la F-1.

En relación a la información publicada ayer en estas mismas páginas, Joan Villadelprat se ha puesto en contacto con AS para aclarar que de ningún modo ha cometido un delito de alzamiento de bienes y que no tiene constancia alguna de que la Fiscalía de Álava haya abierto un procedimiento judicial al respecto.

El director general de Epsilon Euskadi admite que vendió la división de competición de su empresa a EPIC Racing, pero considera que estaba en condiciones de hacerlo ya que únicamente había solicitado voluntariamente un preconcurso de acreedores, por lo que el administrador de los bienes en ese momento continuaba siendo él.

Villadelprat se siente víctima de una lucha política entre los diferentes gobiernos del País Vasco y está convencido de que en otras circunstancias su proyecto industrial hubiera tenido viabilidad, ya que iba mucho más allá de la Fórmula 1 y abarcaba la investigación, la formación, la tecnología y la competición.

El barcelonés también niega que haya recibido subvenciones y créditos por valor de cincuenta millones de euros y considera que el gran perjudicado de este descalabro será el Gobierno español, que a través de su Ministerio de Educación le concedió un crédito de 16 millones de euros sin aval alguno, por lo que ahora no los recuperarán.

En todo caso, Villadelprat tendrá que responder ante la Justicia, el próximo 22 de septiembre, acusado de presuntas irregularidades en su concurso de acreedores (la fiscalía entiende que debía haberlo presentado dos años antes) y de la venta por debajo de su precio del mencionado departamento de competición de Epsilon.

Al respecto, su defensa se basa en que el precio real de la operación no fueron los 200.000 euros contabilizados, puesto que también se incluyeron deudas y compromisos adquiridos por el comprador, que acercaban la cifra al millón de euros en el que se había tasado el equipo.