Álex Rins aprueba el test

Hay quien piensa que campeón se nace, pero hay que forjarse día a día, y en esas está Álex Rins. De su categoría dejó ya constancia la pasada temporada y ésta, en la que va a por nota aunque con la boca pequeña diga que el título no es su objetivo, está mostrando hechuras de campeón. La de Sachsenring no fue su primera victoria, porque ya había ganado en Texas, pero era necesitada por la de veces que la había tenido últimamente a tiro y la había dejado escapar.

El pupilo de Alzamora llegó a Alemania reconociendo que debía mejorar en la batalla de la última vuelta y esa asignatura queda aprobada desde ayer. Parecía que iba a ser Salom el que ganase, con el mismo libreto expuesto en las tres citas anteriores. El mallorquín es un especialista en dejar que sean otros los que lleven el peso de la carrera para, cuando menos se lo esperan, aunque en realidad se lo esperan, dejarles clavados. Pero esta vez no le funcionó porque, a dos curvas del final, el catalán adelantó al mallorquín con un interior de izquierdas a la bajada del tobogán, quedando por detrás una emocionante lucha por la segunda plaza.

Se la llevó Salom por 16 milésimas de ventaja sobre Maverick, que en un principio creyó que era él quien había terminado segundo: "Cuando he visto que era tercero me he llevado una pequeña decepción, sobre todo por el equipo. Pero tenemos que estar contentos porque ha sido un fin de semana muy duro y hemos hecho piña en el equipo". El líder, que ahora le saca 14 puntos al catalán y 30 a un Rins al que todavía no le dan cava en el podio, por edad, celebró su resultado aunque en el fondo le pesara no lograr la cuarta victoria consecutiva: "Podemos estar muy contentos, porque conseguir ocho podios en ocho carreras, y cuatro victorias, nos permite irnos contentos de vacaciones. Todavía tengo que mejorar como piloto de aquí a la última parte de la temporada, porque se me ha escapado la victoria por culpa mía".

Los tres españoles coparon el podio, algo habitual este año, porque ha ocurrido en siete de los ocho GGPP disputados, dejando sólo libre el tercer peldaño del podio de Jerez, que fue para Folger. Abrieron así otra jornada pletórica para el motociclismo español, culminada con el quinto triplete de la temporada, el 21º de la era moderna. Y los que quedan, porque la batidora tiene pinta de no parar...