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GP de Australia

La vida sigue igual

Los dos Red Bull, con Vettel en cabeza, dominaron la primera jornada de la temporada, una nueva muestra de que su nivel vuelve a ser el de referencia. Alonso acabó el día sexto.

MELBOURNE
El circuito de Albert Park en Melbourne disfrutó ayer de una jornada soleada, aunque para la calificación existía probabilidad de lluvia.
AFP

La temporada 2013 de Fórmula 1 arrancó ayer en Melbourne en el mismo tono que acabó la de 2013 en Brasil: con la sensación de que Red Bull lo tiene todo bajo control y, además, con un margen de seguridad suficiente para afrontar las carreras con todas las garantías de éxito posibles cuando hablamos de deporte, de carreras.

Sebastian Vettel, primero y Mark Webber, segundo. Ése es el resumen simplón y evidente de lo que ocurrió en la primera jornada de entrenamientos libres en Albert Park. El alemán tricampeón del mundo (se dice pronto) fue el único capaz de rodar en tiempos de 1:25 y además sin aparente esfuerzo, sin ni siquiera aprovechar la mejor vuelta de sus neumáticos superblandos, esos que su coche parece tratar con la suavidad de un guante de seda para volar, una vez más, por delante de sus rivales.

Por el contrario, el nuevo Ferrari, el de la esperanza, no da la impresión de entenderse tan bien con los compuestos que debían permitir a los pilotos luchar por la pole. Tanto Alonso como Massa sufrían problemas de degradación cuando intentaban buscar sus mejores registros; en contrapartida, el F138 se está revelando mucho más eficaz con las gomas medias, las más duras en Australia, lo que abre la puerta a la esperanza de un mejor ritmo en carrera que en eficacia en la calificación, que como siempre en los grandes premios y más en este tipo de trazados, se antojaba como una de las claves del éxito en la carrera de mañana.

Por supuesto que estamos hablando de las primeras referencia del año, de las sensaciones iniciales de los pilotos con unos Pirelli tan desconocidos y ya lejos de esa pista fría de Barcelona. No es, desde luego, momento para alarmismos pero sí que da la impresión de que la batuta la seguirá moviendo de momento ese genio llamado Adrian Newey. El año pasado recondujo una situación adversa hasta el punto de tomar tanta ventaja respecto a sus rivales que incluso hoy, meses después, le es válida. Y veremos si no esconde otro conejo en la chistera para sacarlo cuando llegue el momento...

Por lo demás, los Lotus tan solventes como ya lo fueron en 2012, los Mercedes mejorando paso a paso pero todavía con problemas de fiabilidad y mucha preocupación en McLaren, más lejos de lo que se esperaban de sus rivales directos.