Mercedes y Lewis Hamilton quieren dar la sorpresa

En 2008, Ross Brawn llamó a Alonso, le enseñó lo que tenía preparado y le dijo que tenía el coche que sería campeón al año siguiente. Así fue, la poción mágica del doble difusor hizo que Button se llevase su primer y único título. Y Alonso no quiso irse a la entonces escudería Honda. El coche era arriesgado, al borde o más allá del reglamento. Y tenía en mente Ferrari, ganar títulos con la Scuderia. Y en ello están. En esa intención el asturiano puede encontrarse de nuevo con Brawn enfrente, como en la época de Renault cuando Ross era la base de los ingenieros de Ferrari. Aquellos tiempos... Y con Brawn, ahora en Mercedes, su otrora enemigo íntimo: Hamilton. El británico se presenta, con su escudería, como el gran tapado, la sorpresa que puede ser realidad. No tienen presión aún, pero pueden estar ahí.

Para Brawn, la clave es Hamilton: "Es un corredor real, un piloto que disfruta de las carreras y ahora tiene una dimensión añadida de estar involucrado en un proyecto a largo plazo, un nuevo reto". Al igual que Alonso, el piloto preferido por el ingeniero atómico, ha llevado a Ferrari a otra dimensión en estos años gracias a su pilotaje, Brawn espera que Hamilton haga lo mismo: "En McLaren su contribución era casi exclusivamente fuera de la pista, aquí debe ser otra cosa. Donde nos encontramos en este momento Lewis puede participar mucho más y creo que está saboreando este momento y disfrutando".

Mientras, el campeón de 2008 se siente feliz, más que McLaren. "Aquí tengo más libertad que en mi otro equipo", ha llegado a decir provocando la ira de su anterior compañero. Button no entiende a Lewis: "No sé a qué se refiere cuando habla de libertad, creo que aquí todos tenemos bastante libertad". El novio de Michibata parece haberse quitado un peso de encima con la marcha de Lewis y la llegada de Sergio Pérez, al menos de momento. Button, el que ganó el título en 2009, aquel que le ofrecieron a Alonso... y es que la F-1 es un pañuelo.