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Fórmula 1

El Consell asumió la deuda del Gran Premio de Europa

El gobierno valenciano salió al rescate de la empresa Valmor Sports quien acumuló pérdidas propias, con los bancos y con proveedores.

Rita Barberá, Ecclestone y Francisco Camps.

El primer GP de Europa que acogió el VSC fue del 22 al 24 de agosto de 2008. La empresa Valmor Sports, en la que participaban Bancaja, Fernando Roig y Jorge Martínez, 'Aspar', y a la que se incorporó a finales de 2007 Vicente Cotino (Worldwide Circuit Management), fue designada a dedo por el gobierno valenciano para que gestionara el GP. Valmor intentó sacar a flote un difícil negocio, pero tras cuatro años de vida sólo acumuló pérdidas. El ejercicio de 2008 lo cerró con unas deudas de 15,8 millones, el de 2009 con 25,7 millones de euros, mientras que otros 13,9 millones que eran correspondientes a los préstamos de entidades bancarias y 11,7 a proveedores, entre los que se encontraba la Generalitat Valenciana, que este pasado año tuvo que salir a su rescate y asumir las pérdidas que generó la organización de las carreras celebradas por las calles de la capital del Turia.

Para entender la llegada de la Fórmula 1 a Valencia hay que trasladarse al año 2007. La ciudad, en plena nube por el boom inmobiliario y con las elecciones autonómicas a la vuelta de esquina, recibe la noticia de la llegada de la F-1. El ex presidente Camps usó a Ecclestone para dar un golpe de efecto a su candidatura. "Valencia tendrá un GP siempre y cuando mi amigo Francisco siga en el poder", así lo dijo el magnate británico en una cena con el Consell. Y así sucedió.

Camps prometió una F-1 a coste cero para el pueblo valenciano, cuyo canon de 18 millones lo pagaría Valmor que, además, gestionaría el evento. Se veía una oportunidad de negocio, pero nadie imaginó una crisis mundial así. Pronto el negocio se convirtió en pesadilla y agujero negro. La Generalitat se volcó con Valmor, incluso le dio personal del circuito de Cheste, y asumió subcontratas. Pero Valmor sólo ingresó de las taquillas y fue a todos los valencianos a los que les tocó pagar la ruinosa y glamourosa F-1.