Cyril Despres y Stéphane Peterhansel reeditan sus títulos

Ya tiene cinco. Cyril Despres ha sido el mejor, no se ha puesto nervioso cuando podía haberlo hecho, ha gestionado la renta de minutos como sólo saben hacerlo quienes se sienten en el Dakar como en su propia casa. Ya tiene cinco títulos e iguala en el palmarés a un francés, también de nombre Cyril aunque de apellido Neveu, y tiene a tiro a otro, un tal Stéphane Peterhansel (seis trofeos en motos) al que a este paso se le va a quedar corto aquello de Monsieur Dakar. Busquemos ya otra etiqueta.

El Dakar de 2013 nos ha sabido demasiado al de 2012. Tan sólo hace falta cambiar el decorado final, suplir la Plaza de Armas de Lima por el Palacio de La Moneda de Santiago, porque de nuevo son Despres y Peterhansel quienes ríen los últimos. Mejor, por tanto. No se han visto en apuros durante las 14 etapas. Sin Marc Coma en liza, Cyril protagonizó una primera semana de control en la que asistió a la eclosión Yamaha de manos de Olivier Pain y David Casteu, también al empuje de Joan Barreda y su Husqvarna. Pero, poco a poco, la fruta madura fue cayendo del árbol, bien en clave de avería o de accidente (dichosa vaca, diría Casteu, cuando se le cruzó en el camino). Y la lucha por el título quedó en un mano a mano entre Cyril y 'Chaleco' López. El chileno lo intentó hasta ayer mismo, cuando se impuso en la etapa aunque finalmente se quedó sin premio al ser penalizado por el cambio de motor del día anterior. Ganó Ruben Faria, escudero de Despres; alegría doble en KTM. Felicidad naranja.

En coches, mientras, Nani Roma se llevó la última etapa y el elogio de su compañero en Mini, Peterhansel, que suma ya once títulos del Dakar y a quien había ayudado en la penúltima etapa (le dejó una rueda ante los pinchazos del galo), lo que costó al español el tercer lugar del podio. La hora perdida en las dunas peruanas pesó demasiado, pero Nani ha demostrado casta, y eso también cuenta en una prueba que volvió a depararnos la alegría de Xavi Foj, de nuevo campeón en T2 (coches de serie). Talento y experiencia. Dos en uno.