Novitskiy desplaza del tercer puesto a Nani Roma

El Hummer de Robby Gordon volando, la bestia naranja con las cuatro ruedas en el aire y el piloto californiano puño en alto, gritando la victoria como si estuviera en el rodeo, sobre un potro desbocado. Así acaba el Dakar, casi como empieza con el tradicional salto del Hummer en el podio de salida. La lástima es que corremos el riesgo de que el raid no se cierre con buen sabor de boca para Nani Roma, quien ayer cedió el tercer puesto en coches al ruso Leonid Novitskiy. Un Mini, dos colores. Y el tercer peldaño del podio de Santiago en juego.

El título, mientras, es del señor Peterhansel, que sumará once. Tres cuartos de lo mismo ocurre en motos, donde Despres tiene a tiro su quinto trofeo. No le bastó a 'Chaleco' López ganar ayer. Todos los periodistas chilenos se fueron detrás de él, era el personaje del día. Pero los 5:25 que sacó al segundo no eran suficiente botín para que su sonrisa fuera completa. Sobre todo porque el segundo no era otro que Despres. Es decir, que el campeón volverá a ser campeón, salvo que los 128 kilómetros que hoy quedan hasta Santiago reserven una sorpresa mayúscula.

Cyril hizo lo que tenía que hacer, gestionar su ventaja en la general. Eso sí, al poner pie a tierra y dejar la KTM en manos de sus mecánicos, se quejó. Estaba molesto porque Joan Pedrero le había estorbado durante la etapa. "Yo soy el líder del equipo, no tú; me tragué todo tu polvo", dijo el francés, según 'Radio Maray'. Menos visibilidad, mayor riesgo para Cyril; un peligro extra cuando la carrera estaba tan controlada.

Despres dio paso en la clasificación a un grupo mediterráneo a más no poder. Gonçalves, Pedrero, Barreda, Rodrigues... Los joanes volvieron a estar arriba, lo que deja a uno de ellos, Barreda, con el buen sabor de boca de las cuatro victorias de etapa, y al otro, Pedrero, como el mejor de los españoles, con ese quinto que iguala el logrado en 2011, entonces a la sombra de Coma. Este año ha habido otras sombras. Y en ninguna de ellas nos hemos sentido a gusto.