Joan Pedrero: "Es duro caerte y que ni siquiera te acuerdes"

Se quedó sin jefe de filas, Marc Coma, sólo tres semanas antes de que diera comienzo el Dakar. Joan Pedrero (Canet de Mar, Barcelona, 27-2-1978) va de menos a más. Ayer fue séptimo en una etapa durísima.

Le ha costado, pero ya se le ve más cómodo.

Poco a poco me voy encontrando mejor. No ha sido fácil, sobre todo con la fuerte caída que sufrí en la etapa de Arequipa. Entonces aún no había encontrado el feeling a la carrera, pero parece que con el paso de los días la cosa va mejor.

¿Cómo fue esa caída? ¿Tan brutal resultó?

No lo sé. Es cierto... no sé ni cómo me caí, ni cuándo. Todo lo que sé es por el piloto que me recogió del suelo.

¿Quién era?

Campbell, el americano. Se paró, empezó a hablarme, a preguntar si estaba bien. Al parecer le dije que sí, digo al parecer porque no me acuerdo. Que le di las gracias, subí a la moto y me fui; que intentó seguirme pero que me escapé. Es duro caerte y que ni te acuerdes.

Es decir, que incluso conmocionado usted va rápido.

Sí, es curioso. La verdad es que logré acabar y al día siguiente tuve muy buena etapa. Pero lo cierto es que las dunas peruanas han sido terribles. No las conocía porque el año pasado rompí el motor antes de llegar allí, pero ya me habían comentado de su dureza.

¿En qué se diferencias de las que vemos ahora en estas primeras etapas en Atacama o de lo que nos aguarda más adelante en Fiambalá o Copiapó?

La duna de Perú es más blanda. Hay más terreno roto también. Son muy difíciles de encarar y así lo ha demostrado la clasificación. Y lo siguen siendo, son etapas de gran esfuerzo.

De mucho desgaste, pero usted tiene un plan de nutrición estricto. Supongo que lo está siguiendo...

A rajatabla, no queda otra. Confío en mantenerme en el peso, aunque suelo perder unos kilos al final de la carrera.

Pregunta obligada. ¿Cómo lleva correr sin Marc Coma a su lado?

Uno se adapta a la situación. Hubiera sido mejor que estuviera aquí, pero yo empecé como privado, así que sólo debía darle una vuelta y hacer lo de antes. Eso sí, la ausencia de Marc se nota.