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Balance de la temporada

Pedro de la Rosa: "No volveré a ver una escudería española"

Pedro de la Rosa termina su aventura en HRT con tristeza, aunque satisfecho con el trabajo realizado, y con un objetivo claro para el próximo año: "Encontrar un volante".

Pedro de la Rosa.
Getty

Uno, cuando tiene enfrente a Pedro de la Rosa, piensa que le confiaría su país; estamos ante uno de esos tipos capaces de batirse en duelo sin perder la elegancia, de hundirse en el agua con una sonrisa haciendo creer a los demás que la vida sigue siendo maravillosa. Y tiene razón. Reloj de esos con los que se sueña, traje de diseño alemán, zapatos italianos, corbata fina y el mejor marco de Madrid. El piloto barcelonés recibe a AS en el hotel Palace para hablar, sobre todo y ante todo, de su año en la escudería española HRT. Cansado, pero profesional, siempre amable, como suele. Con ustedes el señor De la Rosa...

Le veo muy elegante, preparado casi para dar el salto a la política...

No, no... eso se lo dejo para los que están ahí enfrente.

Sí, tenemos muy cerca el Congreso de los Diputados. Aprovecho que le veo en un lugar distinto a los circuitos para hacerle una entrevista en la que espero sea un poco menos diplomático de lo habitual. ¿Va a decir la verdad?

¿La verdad? Yo siempre digo la verdad.

Pues vamos allá. Podemos dar por terminado el proyecto de HRT, ¿cierto?

No soy el portavoz del equipo, mi sensación es que está en fase de cierre, pero a día de hoy aún no lo sabemos de manera oficial.

¿Y en qué fase está Pedro de la Rosa?

Estoy buscando un volante para el próximo año.

¿Hay alguna posibilidad de un asiento titular?

En estos momentos no, Caterham y Marussia son los únicos equipos disponibles.

Hay quien dice que también Force India.

No, Force India ya está, pero no sé quién es.

Así que...

Intentaré ser piloto de pruebas o tercer piloto en un buen equipo. Las escuderías que quedan... es una subasta y el que traiga el dinero se lo lleva, no tenemos patrocinadores como para hacer eso, pero tampoco, si quieres que te diga la verdad, me tiraría de cabeza en este tipo de equipos después de este año.

¿Volverá a McLaren?

Sinceramente no lo sé.

Pero le vi hablando con Whitmarsh en Brasil y en Woking saben de su categoría.

Sí, pero llevamos hablando todo el año de muchas cosas, no hemos profundizado, no sé si ellos me quieren o no, si hay otros equipos... A día de hoy no he hecho gestiones para buscar un volante todavía y tampoco tengo prisa, primero hay que solucionar y ordenar las ideas, los objetivos y luego atacaremos.

A veces da la sensación con usted de que necesita estar en este deporte. ¿Se puede vivir sin F-1?

Podemos vivir sin todo, menos sin salud. Eso sí es verdad, ¿no?

Sin duda.

La verdad, no tengo miedo a nada, si viene un volante perfecto, soy el más feliz, si no también, siempre con salud... Ya las he visto de todos los colores, pero es lo normal en F-1 para mí. ¿Cuántos años he llegado a Navidad o me he comido las uvas sabiendo lo que va a pasar a continuación? Pues uno o dos años, poco más.

Echando la vista atrás, con las esperanzas que había puestas y como ha terminado todo, ¿realmente le ha merecido la pena la aventura de HRT?

Sí, totalmente. Ha sido un proyecto precioso porque ha sido muy especial, modesto, humilde, sabía que íbamos a estar los últimos, que íbamos a luchar sólo con Marussia y sabíamos muchas cosas, pero siempre lo hemos hecho al cien por cien.

Esa lucha terminó en los últimos grandes premios en los que las cosas cambiaron, hubo algún accidente. ¿Ha llegado a sentir miedo en el HRT? Se ha dicho que el coche no era seguro.

No, a ver... peligro, no, pero es cierto que teníamos un kilometraje muy limitado en muchas piezas y no había que excederlo y en muchas carreras hemos reducido mucho el kilometraje de los viernes, para poder llegar bien al domingo, pero miedo, no. A mis 41 años, lo último que iba a hacer era subirme a un coche que no fuera seguro. Entre todos y con el director técnico al frente, Cuquerella, un personaje fantástico, pues veíamos que no era peligroso, pero sí que llegábamos al final de la vida de muchas piezas

¿Se ha sentido engañado?

No, porque allí todo el mundo ha dado al alma, todo el equipo, mecánicos, ingenieros, personal de todo tipo, directores...

¿Los propietarios también?

Todo el mundo, pero la situación es la que es y no se podía seguir. Y ya está. Nos ha faltado un año para materializar la mejora, porque detrás de los focos hay un trabajo gris para al año siguiente poder dar ese paso de calidad que la gente esperaba y se merecía. No ha podido ser. Lo hemos intentado a tope, todos, pero como digo, no ha podido ser

Después de India y Abu Dhabi ya se sabía que era muy difícil la continuidad.

Sí, fue el momento en que no se hizo una venta importante para el equipo, que no tenemos un presupuesto que nos garantice la subsistencia. Pero nos quedaban Estados Unidos y Brasil, y teníamos que seguir apretando, motivando a la gente. Y ha sido muy difícil, lo henos hecho todo lo bien que hemos podido, bastante bien, por eso me sabe mal, es un momento triste.

El momento es triste en general, la crisis económica engulle como un tsunami que se lleva todo por delante.

En otra época hubiese sido mucho más fácil, pero es cierto que ahora tenemos unos elementos históricos que hemos sabido aprovechar y que teníamos que aprovechar, tenemos una afición española a la F-1 brutal, tremenda, empresas nacionales con interés como el Santander, con un compromiso enorme, era el momento con Fernando Alonso para aprovechar ese tirón... Pero la crisis, no sólo española, a nivel europeo, es muy grande y la F-1 a pesar de todo sigue siendo muy europea y nos ha afectado, pero nosotros no podemos decir 'ha sido la crisis'...

Hay cosas más importantes de las que preocuparse ahora en el país...

Sí, pero es una lástima porque en mi vida no volveré a ver una escudería española de Fórmula 1. Porque éste no es un equipo normal, era el equipo español, por eso yo me metí en el proyecto y por eso todos estuvimos apoyando. Lo importante era subsistir e ir creciendo, que es para lo que yo entré, no ha podido ser y a la afición sólo puedo decirles gracias y lo siento.

A pesar de todo, da la sensación de que puede que usted esté mejor que nunca, que haya sido su mejor año.

Estoy muy satisfecho a nivel personal, sí, a nivel de conducción, técnico, físico, del equipo también... Sé que puede resultar paradójico, pero creo que ha sido mi mejor año, sí.

Mezcla de sensaciones.

Sí, satisfecho, sí, contento de lo que he dado y lo que hemos dado; triste por lo que ha pasado en el equipo, claro.

Gracias por todo, Pedro.

A vosotros.