Red Bull espera salvar la última zancadilla de la FIA

Prestemos atención a estas frases, frescas, recién llegadas a la lonja: "Cada vez están limitando más la creatividad y el desarrollo de los coches. Cuando alguien descubre algo, al año siguiente se prohíbe. Un año es el doble difusor, otro el Conducto F o los escapes". Pues bien, quien lo dice no viste de azul ni pilota un RB8. La declaración es de Alonso y coincide en el tiempo con la prohibición de la FIA del fondo plano del Red Bull de Mónaco. Algunos lo entienden como un nuevo ataque a la escudería, algo que ya dejó ver Helmut Marko hace nada: "Nuestro coche no tiene la superioridad del año pasado y es debido a los severos cambios técnicos aplicados deliberadamente contra Red Bull".

En RBR se sienten perseguidos, tanto fuera de las pistas (la FOTA investigó en 2011 si el equipo incumplía el límite presupuestario) como dentro, con la lupa sobre Adrian Newey. Tras Mónaco, la FIA prohibió el fondo plano, pero no cambió el resultado de Webber (vencedor) y Vettel (4º). El equipo no preveía repetir sistema en Canadá, donde el Mundial recala el fin de semana. O eso dicen. "La decisión de la FIA no nos afectará en el campeonato. Ni siquiera en Canadá", dice Marko, que ve la cita de Montreal con "optimismo".

Y lo necesitan, pues el Gilles Villeneuve es uno de los tres circuitos del campeonato -junto al inédito Austin y Hockenheim- donde Red Bull no conoce la victoria. Y será clave para seguir construyendo ese castillo de naipes que, según ellos, alguno está empeñado en echar abajo dando golpecitos en la mesa.