"Lucharé por ganar si damos bien cada paso"

Las 500 Millas de Indianápolis son el último gran reto que le falta al automovilismo español. El domingo, Oriol Serviá saldrá tercero en el centenario de la prueba y con serias opciones. El catalán atendió a AS y demostró su decidida apuesta por ganar.

Sale tercero, primera línea... Sin duda, algo inesperado.

Estoy en un gran equipo, Newman Haas, y sabemos que tenemos un buen coche para la Indy 500, pero no pensábamos luchar por la pole. Hay equipos que se preparan sólo para esta calificación. Hacen una fuerte inversión en test, túnel de viento... Por eso no creíamos tener la velocidad suficiente para luchar por la primera línea. Sacamos toda la carga aerodinámica al coche y la verdad es que volamos.

Ya ha corrido dos veces las 500 Millas: 11º y abandonó. La mejor actuación de un español fue el 10º de Fermín Vélez en el 97. ¿El sueño es superar eso?

Fermín fue la persona gracias a la cual tuve mi primer test en Estados Unidos. Siempre le estaré muy agradecido por todo y para mí sería un gran honor poder mejorar ese décimo.

No me creo que firme eso sabiendo que es posible ganar.

No firmo nada. El objetivo siempre es hacerlo lo mejor posible cada vez que me subo al coche, pero no yo, sino todo el equipo. Por ejemplo, en la Indy 500 hay ocho o nueve pit stop, la mayoría con bandera amarilla y con muchos coches entrando a la vez, así que imagínese la tensión. Una mala parada te puede llevar del liderato al puesto veinte. Si damos bien cada paso, lucharemos por la victoria.

Sabe que su triunfo sería otro hito para el deporte español...

Daremos todo para intentar vencer. Además, este circuito no se les da mal a los españoles. Han ganado varios de motos: Pedrosa, Lorenzo, Elías, Terol...

Para los que creen que las 500 Millas son coches dando vueltas a un óvalo durante horas, dígales qué representan y por qué son tan legendarias.

Es más que una carrera, es la carrera. De primeras es como si toda la gente que va a la Super Bowl, a la final de 100 metros de unos Juegos y a la final de la Champions se juntara en un estadio el mismo día. Es impresionante, hablamos de más de 400.000 personas. Aunque no te gusten las carreras, esto hay que verlo una vez en la vida. Son 33 coches a casi 400 km/h durante cerca de tres horas. Transmite una energía inigualable. El espectador es el protagonista y los pilotos sólo formamos parte del espectáculo.

Más allá de la Indy 500, va tercero en la general de la Indycar. Parece que su intento de ganar el título va en serio...

(Se ríe). Sí, la verdad es que sabía que estaríamos en puestos delanteros, pero no le negaré que estamos sorprendidos de estar luchando por las victorias.