Parece fácil, se trata de sujetar el volante sin moverlo y meter marchas. Al menos eso es lo que debe hacerse en plena recta cuando se acaba de poner en movimiento un monoplaza de F-1. Pero no lo es. Así lo debe pensar Mohamed Ben Sulayem, un millonario árabe de 48 años y antiguo piloto de rallys, que estrelló un Renault R28 en la recta de meta del circuito de Dubai.

Sulayem es el impulsor del Raid de Dubai, que este año se ha disputado en Abu Dhabi, y llegó a ser copiloto de Carlos Sainz en un Rally Príncipe de Asturias en un Ford Escort (después lo disputaría como piloto).

Afortunadamente Sulayem salió ileso del accidente. Se trataba de una exhibición, en teoría una carrera del monoplaza contra un Ford GT, pero a los pocos metros, mientras la última versión del legendario coche americano continuaba por la lengua de asfalto, el coche de Alonso se estrellaba contra el muro, de un lado a otro. Dentro del cockpit, el piloto no lo podía creer. Él, el hombre que más campeonatos de la FIA ha ganado en toda la historia, con catorce títulos de campeón de rallys de Medio Oriente, no acertó con el cambió, movió el volante un poco... Algo hizo. Y lo hizo mal. Parecía fácil, pero... Y es que, ya saben, el talento puede dar dinero, pero con el dinero no se puede comprar el talento.