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Fórmula 1 | GP de Australia

Los Brawn vuelan y Alonso ve difícil el podio

El arranque del Mundial estuvo marcado por el dominio de los coches que llevan un difusor bajo sospecha y pasan del KERS. Fernando terminó duodécimo el día en una pista que se le atragantó al R29

Carlos Miquel
<b>SHOW Y AMBIENTE</b> El público australiano recibió con una gran entrada el comienzo del Mundial. Piquet acabó en la grava y Hamilton y Massa tuvieron más de un problema a lo largo de la jornada.

Trompo de Fernando Alonso, Rosberg se coloca primero. Se sale Piquet, Barrichello es segundo. Brilla Glock, sexto, y Massa se pega una excursión. Michael Schumacher, en el muro, se lleva un buen susto con los equilibrismos de su antiguo compañero de equipo. El mundo de la Fórmula 1 se puso patas arriba en la primera jornada del GP de Australia. Gracias a la triquiñuela de los difusores Brawn, Toyota y Williams dejaron en un segundo plano a los habituales tenores del Mundial. Rosberg fue el más veloz del día, aunque lo hizo en una tanda corta y con presumiblemente poca gasolina.

Y Barrichello terminó justo detrás, pero de una manera bien distinta, en una tanda de siete vueltas y después de marcar un registro de 1:26.356, a dos décimas de su mejor tiempo, en una serie de diez pasos por meta. Si no fallan en calificación, él y Button son los claros favoritos al doblete en la carrera de Melbourne.

Por cierto, tampoco llevan KERS y van más rápido que los cuatro grandes que han gastado horas y horas de pruebas en poner a punto el polémico sistema. Detrás, Raikkonen terminó el día noveno, pero gracias al tiempo de la mañana, Massa undécimo y Alonso, duodécimo. Lo que otro día habría sido un excelente resultado, acabar a dos décimas de Ferrari, esta vez no le servía de mucho al asturiano. Más atrás, los dos BMW, y hundidos en el puesto 16 y 18 los McLaren de Kovalainen y Hamilton.

Albert Park no se ha adaptado muy bien al R29. Si repasamos la pretemporada del Renault de Alonso, se trata de un coche que fue mal en Portimao, correcto en Barcelona y brillante en Jerez. El coche es sensiblemente mejor que el R28, pero no consigue tener un rendimiento óptimo en pistas bacheadas. Ya le pasó en Montmeló y se ha vuelto a repetir en Melbourne. Esta vez también influyó la poca adherencia del primer día.

El coche destrozaba los extrablandos y tenía serios problemas para calentar los compuestos más duros. Marcó un tiempo de 1:27.2 de salida de boxes (seguramente con 50 kilos), que no está nada mal, y ve difícil subir al podio. Que no imposible. Su objetivo es sumar unos puntos interesantes para el Mundial, sobre todo pensando en los Ferrari y en la ausencia competitiva de los McLaren. Si hacemos caso a lo que dijo a 'La Sexta' nada más bajarse del coche, de los once coches que tenía delante no se creía por su carga de combustible a cinco. Así que ve posible salir entre la sexta y la octava plaza de la parrilla, calificación que ya se habrá disputado (07:00) cuando lean estas líneas.

Después, en carrera, los Brawn parecen en otra liga porque son los que mejor aprovechan los compuestos duros. Pero como ambos Toyota tienen problemas con los neumáticos, el top 5 parece posible y puede ser interesante para el Mundial en un trazado que se ha mostrado poco propicio y en el que el KERS, al menos el primer día, tampoco sirvió de mucho. Alcanzó 301 km/h por los 308 de Massa o Hamilton.