Alonso ve posible luchar por el título con el R29

Olvídense de la clasificación que acompaña estas líneas. Si miran el dato del mejor tiempo absoluto del día en los test de Jerez, el R29 es el peor coche de la parrilla. Pero el vuelta a vuelta, ése que diferencia a los buenos de los malos coches, es mejor que el del McLaren MP4/24 de Hamilton. El inglés y Fernando Alonso rodaron en registros similares, en torno a 1:21.4 y 1:21.6, pero el vigente campeón lo hizo con un alerón trasero de 2008, que le da medio segundo de ventaja.

El asturiano se llegó a marcar un temible 1:22.0 con sesenta kilos de peso. Mientras que su rival logró su 1:20.7 en una tanda corta de seis vueltas, previsiblemente con menos combustible. Como Vettel, que brilló con su Red Bull, pero lo hizo en una tanda con treinta kilos. Pero hay algo aún más importante que los tiempos, las sensaciones de Alonso, que está objetivamente contento de cómo va un monoplaza con el que aún ve posible llegar a Australia en posición de luchar por el título. Él sabe que hay en marcha un ambicioso programa de mejoras previsto para estrenar en los últimos entrenamientos de Jerez, del 15 al 17 de marzo.

Allí tendrá una nueva suspensión trasera, otro morro distinto, los frenos que han estrenado estos días ya optimizados y, posiblemente, un difusor trasero nuevo similar al concebido por Toyota. Pueden afrontar un cambio así porque aún no han pasado las pruebas de choque. Y la estructura concebida por la escudería nipona permite una superficie del difusor más amplio que el reglamentario gracias a una triquiñuela con el chasis y su borde final, imprescindible para pasar los test de choque. También se especula con la posibilidad de que pierdan la tapa motor de ala de tiburón y ganen unos deflectores superiores en el alerón delantero al estilo de los revolucionarios Red Bull.

A diferencia de las jornadas anteriores, en las que Piquet vivió aquejado por incontables problemas de frenos, el día fue tremendamente positivo para la escudería francesa. Fernando rodó 133 vueltas y, desde el primer momento se sintió cómodo con el coche.

Puso los compuestos blandos a las nueve y media de la mañana y eso le impidió lograr un tiempo mejor en el absoluto del final del día. Sirvió, sin embargo, para ver a la perfección la curva de desgaste de estas gomas, que se degradan muchísimo, pero serán las ideales en calificación. Hasta el sistema KERS funcionó a la perfección y no dio esta vez ningún problema. Aunque el asturiano lo calificó de tironcito y dejó claro que no sirve para nada.