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Motociclismo | GP de Australia

España ya tiene 28 títulos

Gracias a un piloto que abrió la senda en el lejano 1969 con su Derbi 50, Ángel Nieto, y a un Daniel Pedrosa que la continúa de manera exitosa, España presume de ser el tercer país más laureado del Mundial. También agrandaron su leyenda Tormo, Aspar, Pons, Herreros, Crivillé y Alzamora.

<b>MÍTICO.</b> Ángel Nieto con su mítica firma de 12 + 1 hizó que toda una generación de españoles estuvieramos pegados al televisor con sus andanzas.

Uno, dos, tres, cuatro y así hasta 28, cifra a la que se llega con el tercer título consecutivo de Dani Pedrosa y el mismo que le asciende al Olimpo de los dioses españoles del motociclismo, para ocupar el tercer peldaño del podio de la historia.

Y eso es mucho, porque España con sus 28 entorchados es el tercer país más laureado de este deporte, siendo sólo superada por la intratable Italia, madre patria de Giacomo Agostini (15 títulos), Valentino Rossi (7) y un montón de genios más que le han regalado a la afición transalpina 74 títulos, y Gran Bretaña (43), cuyas joyas de su preciada corona las encontró en los inolvidables Hailwood (9), Surtees (7), Read (7) o Duke (6).

En esta ocasión, al igual que sucedió cuando se proclamó campeón de 125cc en 2003, Dani consiguió el título con la victoria, la séptima de la temporada y decimocuarta en dos y medio, tantas como Rossi antes dar el salto. Sumadas a las ocho del octavo de litro, el total da 22, y también ahí sólo tiene por delante a Nieto (90) y Aspar (37).

los 28 títulos

Ángel Nieto:

El español más grande de todos los tiempos, mientras no se demuestre lo contrario, y para eso todavía queda mucho tiempo, es Ángel Nieto. Su fama trascendió lo puramente deportivo a finales de los 60 en una España que veía sus andanzas por el mundo sobre una Derbi 50 aún en blanco y negro. Fue el pionero.

Con aquella bala roja consiguió en 1969 el primero de sus doce más uno títulos, como a él le gusta decir, porque las manías supersticiosas que le acompañan siempre le han impedido mencionar la fatídica suma de esos dígitos.

Sus campeonatos se repartieron con seis entorchados en la categoría de 50cc y siete en la de 125cc, todos ellos acompañados por 90 triunfos en grandes premios, lo que le sitúa como el segundo piloto con más victorias de la historia sólo superado por Agostini. Asume que pronto le cogerá Rossi (78).

Especialmente rentable para este zamorano, afincado en Madrid desde niño, resultó la temporada de 1972, la de su único doblete. Aquello fue con la Derbi y también ganó coronas con Kreidler, Minarelli y Garelli.

Dani Pedrosa:

Tres títulos y todos ellos de manera consecutiva. Ésa es la asombrosa trayectoria de un Daniel Pedrosa cuya progresión no tiene límites. El cuarto deberá llegar ya como piloto de la categoría reina, porque al finalizar esta temporada dará el salto a MotoGP para enrolarse en el equipo oficial Honda. A priori, se antoja bastante difícil que siga su racha triunfal y alcance la cuarta corona en su debut entre los mayores, pero viniendo de él, cualquier cosa se puede esperar, como ya ha demostrado con hazañas anteriores. Un entorchado de 125cc y dos de 250cc. ¿Hasta dónde llegará?

Aspar:

Tres años irrepetibles encumbraron a Jorge Martínez, rebautizado popularmente como Aspar porque era el hijo del que hacía las aspardeñas (alpargatas). Fue entre 1986 y 1988, periodo suficiente para proclamarse tetracampeón del mundo. Todos fueron al manillar de una Derbi, tres en la categoría de 80cc y uno en la de 125cc, y el año mágico, el del doblete, fue el del 88. Sus posteriores cambios de marca impidieron que llegaran más.

Alex Crivillé:

Pocos pilotos se han ganado con tanta fuerza el cariño de la afición española como lo hizo Álex Crivillé a lo largo de sus catorce temporadas en el Mundial. Maravilló en aquel curso del 89 en el que se impuso a Spaan y Gianola con la JJ Cobas de 125 y se consagró por siempre con el primer y único título español en 500. Fue en Brasil, un 24 de octubre de 1999.

Sito Pons:

Las categorías superiores dejaron de acomplejar al motociclismo español gracias a las andanzas de este barcelonés que se proclamó bicampeón del mundo de 250cc a finales de los 80, exactamente en 1988 y 1989. El primero de sus títulos se lo disputó hasta la última carrera con Garriga y en el segundo arrasó. Su carrera estuvo jalonada con quince victorias.

Emilio Alzamora:

El otro caso de piloto español que conquistó el título sin sumar ninguna victoria en la temporada de su consagración fue Emilio Alzamora. Ocurrió en 1999, sólo una semana después de que cayera en la buchaca la corona de 500cc de Crivillé. El ilerdense lo hizo en Buenos Aires, tras acabar segundo por detrás de Marco Melandri, al que batió en la general por un sólo punto.

M. herreros:

Manuel Champi Herreros fue el primer caso de un piloto español que consiguió un título mundial sin ganar una sola carrera esa temporada. Fue en la de 1989, la última en la que se disputó la clase de 80cc, y para tranquilidad del valenciano están las dos victorias que consiguió en esta misma categoría. En la carrera que supuso el título, la de Rijeka, Champi recibió la ayuda de Aspar, que hizo todo tipo de perrerías a Ottl.

R. Tomo:

"Ese tío sí que iba rápido", suele decir Ángel Nieto cuando se refiere al fallecido Ricardo Tormo. El valenciano fue el alumno aventajado del del doce más uno y su valentía, tesón y arrojo le sirvieron para lograr dos títulos de 50cc en los años 78 y 81. Ambos fueron al manillar de una Bultaco y podrían haber llegado más si la mala suerte no se hubiera cebado en él como lo hizo.