Carlos Sainz peleará por un podio sin barro ni niebla

Cuando Carlos Sainz corrió por primera vez en el mítico RAC Rally de Gran Bretaña poco o nada tenía que ver con lo que se va a encontrar a partir de hoy. Año a año se ha ido degradando, y el golpe más fuerte le llega este año, que no será el tradicional cierre de la temporada, y además no contará con el barro y la niebla, habituales en noviembre.

A mediados de los ochenta, que fue cuando el madrileño pisaba por primera vez la cita británica, el rally partía de Inglaterra, después se pasaba a Escocia, donde podían aparecer la nieve y el hielo, para acabar en el barro de Gales y retornar a Inglaterra.

Pero lo peor es que esos tramos eran secretos, y se corría sin notas con el copiloto interpretando mapas topográficos con una lupa, la mayoría de las veces de noche.

Nueva era.

Todo comenzó a cambiar cuando se permitió que se reconocieran los tramos, y posteriormente cuando se emplazó todo el rally en Gales. Pero aún así mantenía el morbo de ser la última cita del campeonato. Y ya, ni eso. Ahora se ha pasado a septiembre, con lo que será un rally mucho más rápido y menos complicado y ya no es el RAC, sino el Rally de Gran Bretaña. Sainz lo afronta como siempre, al ataque. Pero, también como siempre, la lista de rivales es amplia. Sobre el papel Petter Solberg debe ser el más competitivo, ya que lo ha ganado las dos últimas ediciones, pero el líder Sebastien Loeb, los Peugeot de Gronholm, Rovanpera y Carlsson o el Ford de Markko Martin también tienen posibilidades.