Pokémon Oro HeartGold/Plata SoulSilver, 15 años de uno de los mejores remakes de la saga

Hace quince años Japón se levantaba con sus tiendas especializadas abarrotadas de personas haciendo cola para comprar la última entrega de una de las franquicias más queridas y potentes del mundo; Pokémon. Oro HeartGold y Plata SoulSilver llegaron a tierras niponas el 12 de septiembre de 2009 arrasando en críticas —favorables, por supuesto— y convirtiéndose en, para muchos, el mejor juego de Pokémon de la saga.

A España llegó algo más tarde, el 26 de marzo de 2010, pero las opiniones sobre el remake de las ediciones Oro y Plata fueron igual de positivas que en el resto del mundo; Game Freak había conseguido un nuevo éxito con los monstruos de bolsillo. Hoy, quince años más tarde, repasamos las características de tan querida entrega.

Pokémon Oro y Plata, el culmen de Game Boy

Tras las arrasadoras ventas de Pokémon Azul y Rojo en todo el mundo, Game Freak quiso superarse a sí misma ofreciendo al público un más y mejor en toda regla. Hace poco os hablábamos en MeriStation que la primera idea fue ubicar la nueva entrega para Game Boy y Game Boy Color en Japón, es decir, que su mapa de juego fuera el archipiélago que la conforma. La idea se desestimó en los últimos compases del desarrollo pero viendo el resultado final, quizás salió ganando con esta decisión. No solo el mapa principal de Oro y Plata, Johto, era más grande que el de Kanto, si no que ambos estaban incluidos en el cartucho como parte de la aventura.

Las nuevas aventuras —iguales entre sí salvo en el catálogo de Pokémon disponibles— trajo decenas de cambios que mejoraron enormemente los primeros títulos de Game Boy. Uno de ellos fue tan rompedor que cambió la manera de disfrutar Pokémon hasta la fecha. Hablamos del reloj interno, un sistema que permitía al cartucho de Oro y Plata sincronizar la hora real con la de Johto por lo que si en la vida real eran las 22:00 de la noche, también lo era en el ficticio escenario. Esta particularidad obliga a los jugadores a descubrir la hora de aparición de ciertos Pokémon así como de encontrarse con diferentes eventos dependiendo del momento del día en el que se encontrara.

Cien nuevos Pokémon, pokéballs, un teléfono móvil con el que contactar con otros entrenadores NPC, nuevos tipos de Pokémon, las bayas, la posibilidad de que los Pokémon pudieran portar objetos, mini juegos, las variantes multicolor, la cría Pokémon o por ejemplo, los tres Pokémon legendarios, son algunas de las otras novedades. Pokémon Oro y Plata fueron, sin discusión, uno de los mejores ejemplos de cómo continuar una marca de éxito.

La historia, sin demasiados cambios con respecto a los juegos anteriores, nos pone en la piel del protagonista que tendrá que completar la Pokédex, conseguir las medallas de los ocho gimnasios de Johto y continuar su periplo por Kanto mientras que, por el camino, desarma los planes de un renovado Team Rocket —sin Giovanni al frente— que pretende someter a los Pokémon con nuevas estratagemas.

Dos generaciones después

Game Boy Color dijo adiós a su ciclo de vida y dio la bienvenida a Game Boy Advance, la “Super Nintendo portátil” como muchos usuarios solían llamarla en aquellos tiempos. La consola también recibió su dosis de Pokémon con Rubí, Zafiro o Esmeralda y por primera vez, Game Freak comenzó a trabajar en remakes de las primeras ediciones; Rojo Fuego y Verde Hoja. Esto abría posibilidades a que la compañía tomara en cuenta esta decisión a la hora de adaptar Oro y Plata a la recién anunciada consola Nintendo DS.

Así pues y dos generaciones después de su lanzamiento inicial, Pokémon Oro y Plata recibirían sendos remakes en la nueva portátil de dos pantallas llamada Nintendo DS, coincidiendo además con el décimo aniversario de los títulos originales. Gracias al nuevo hardware los videojuegos contarían con gráficos en tres dimensiones, una mejorada banda sonora, el ya conocido reloj interno gracias al software de la portátil y un montón de novedades que quedarían para el recuerdo de los fanáticos a la saga.

Junto a estas dos reimaginaciones se incluyó en cada compra un accesorio llamado Pokéwalker, una suerte de podómetro que permitía extraer a cualquier Pokémon del cartucho y llevarlo consigo a todas partes para que recibiera experiencia con nuestros pasos, conseguir objetos únicos e interactuar con él. Un accesorio que, a día de hoy, se vende a precios estratosféricos.

Pokémon Oro HeartGold y Plata SoulSilver permitía también llevar a un Pokémon fuera de la Pokéball en nuestras andaduras por Johto e interactuar con él, minijuegos en el Pokéathlon, contenido de la versión Cristal, posibilidad de escoger a una protagonista femenina, nuevos movimientos y conexión a internet con la que competir e intercambiar criaturas con otros amigos u otros jugadores.

Los remakes también alteraron partes de la historia corrigiendo textos aquí y allá y mejorando la narrativa así como añadiendo más personajes y cambios en lugares emblemáticos. Por ejemplo, dos nuevas rutas que permitían acceder a la nueva Zona Safari y a la Torre Escondida. También la posibilidad de conseguir los Pokémon legendarios e iniciales de anteriores ediciones o conseguir a Celebi mediante una pequeña misión que nos hacía viajar en el tiempo.

Aún y con estos cambios —y tantos otros por enumerar—, las ediciones Pokémon Oro HeartGold y Plata SoulSilver se encuentran en el puesto número 15 de los más vendidos de la marca, superado por los remakes de Rubí y Zafiro, Leyendas Pokémon Arceus o las ediciones Blanco y Negro. Consiguieron vender cerca de 13 millones de unidades en todo el mundo, casi la mitad que los originales, pero los aficionados siguen considerando estos remakes como una de las mejores entregas de la franquicia.

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