Litra Beam LX, hacia el camino de la calidad cinematográfica

La retransmisión de videojuegos ha revolucionado la forma en la que consumimos ocio digital. Así como en los salones recreativos era habitual mirar la partida de un jugador, en la era actual es habitual que un streamer comparta su partida en directo ante un público que le gusta verle jugar, bien por su habilidad o simplemente por la agradable compañía virtual. Así es como ha nacido la creación de contenido, una deseada profesión que ha logrado su lugar dentro del ecosistema gaming y con unas necesidades tecnológicas muy específicas. Así es como Logitech lanzó su línea Logitech for creators, donde trabaja codo con codo con creadores de contenido para diseñar sus mejores periféricos acorde con sus inquietudes. El año pasado presentaron el iluminador Litra Beam, que ofrecía una iluminación de alta calidad. En los pasados LogiPlay Days, Litra Beam LX, la nueva versión, lucía un nuevo añadido: iluminación RGB. Hoy en MeriStation analizamos este producto y cómo de imprescindible es para un setup de creador de contenido.

Un iluminador continuista

Si nos dedicamos a la creación de contenido, hay dos aspectos que deben ser impecables para nuestros directos y vídeos: el sonido y la iluminación. Por ello, es recomendable invertir en un equipo que, dentro de nuestras posibilidades económicas, nos proporcionen un resultado decente. El caso de Litra Beam XL es una edición continuista del anterior, sin más mejora más allá de la iluminación RGB.

Originalmente, Litra Beam se diseñó para favorecer el aspecto de los streamers. Conscientes de cómo una iluminación incorrecta puede hacer parecer cansada o enfermiza a una persona, incluso sin estarlo, Logitech se enfocó en crear un iluminador que pudiera sacar el mejor partido de cada creador de contenido y, al mismo tiempo, proporcionar la luz adecuada para poder disfrutar de la partida y sin dolores de cabeza. La forma de Litra Beam XL es la de una barra con dos caras: una para la iluminación clásica, con tonos de piel naturales, y otra con iluminación RGB Lightsync.

Para gustos, luces de colores

Como es habitual en los productos de Logitech, el embalado está cuidado con suma delicadeza. Dentro encontramos el mismo iluminador, con unas dimensiones de 42 x 400,6 x 35,43 mm y un peso de 1499 g, con el cableado situado en la parte posterior. Para conectarlo, tenemos un cable tipo C de 2 m y un adaptador para la alimentación con un cable de 3m. La potencia máxima de la luz es de 13,5W, con un ajuste variable entre los 2700 y 6500K. La cara principal es de 6,3W y 400 lúmenes en la cara principal y 7,2W en la cara RGB. La propia barra de iluminación cuenta con abrazaderas que impedirán que tengamos cables colgando que puedan ser molestos para nosotros o una terrible tentación para animales que convivan en nuestro hogar.

La lámpara se compone de cuatro lados: las mencionadas caras iluminadas y dos superficies para conectar y controlar el disponible. En una de éstas se sitúan un conector tipo C, el botón de de encendido apagado y un par de botones para gestionar la intensidad y el color, con una escala de tonos cálidos y fríos para la iluminación tradicional. También tenemos un botón de bluetooth para controlar la iluminación a distancia y un selector para elegir el control de la cara RGB o de la iluminación tradicional.

Como es habitual en la línea de los productos de Logitech de los últimos años, el diseño del Litra Beam LX se mantiene en unas líneas elegantes y minimalistas, en un color negro que se adapta a cualquier marca personal y con una estética que no desentona con nada. El toque RGB da esa nota de colores brillantes que se estila en los periféricos gaming, pero sin llegar a ser invasivo.

Para profesionales muy creativos

Litra Beam LX no es la clase de iluminador que recomendaríamos a alguien que está empezando a construir su setup y no sólo nos referimos al precio (179 €), sino a todas las posibilidades que ofrece: es un producto interesante para un creador de contenido profesional que tenga cierta trayectoria con la iluminación o no le importe embarcarse en un pequeño proceso de aprendizaje de conocer qué funciona en su espacio y en su ubicación.

En primer lugar, el tamaño de la lámpara ya condiciona su misma posición en el escritorio, incluso dentro de su versatilidad. Podemos colocarla a un lateral, detrás del monitor o donde deseemos y la misma barra puede girarse hasta cualquier posición. El pie de sobremesa cuenta con un brazo que podemos estirar de 37 cm a 61 cm y, si este no nos convence, podemos instalar la lámpara en otro trípode, gracias a dos roscas que incorpora. Según cómo sea nuestra mesa y el espacio del que dispongamos, podremos experimentar con diferentes colocaciones y desde allí comprobar qué efecto buscamos o qué funciona mejor para nuestro canal. La barra puede girarse sobre sí misma en 360º, de tal modo que puede inclinarse como deseemos para orientar la luz de manera favorable.

Asimismo, Litra Beam LX ofrece 16 millones de combinaciones de colores, con lo cual se trata de ir experimentando hasta dar con el efecto que busquemos en cada momento. También es compatible con Windows Dynamic Lightning, con lo que podemos coordinar los efectos que queramos para la iluminación RGB. No obstante, debemos anotar que los efectos RGB funcionan mucho mejor en lugares oscuros. En Logitech Hub, el software desde el cual podemos guardar perfiles de configuración que pueden resultar muy cómodos para según el tipo de contenido que queramos hacer sin tener que pasar por todo el proceso de ajuste.

Litra Beam LX además, tiene una luz potente. Hemos probado el iluminador a una distancia de unos 2m y medio, mientras jugamos con consola y la luz que hemos recibido era perfecta. Sobre todo, es un iluminador que da rienda suelta a las mentes más creativas y pacientes, que se atrevan a experimentar con diferentes combinaciones y ajustes para redondear la ambientación de sus streamings. Desde sesiones de videojuegos de terror, a otras dedicadas a un podcast sobre música electrónica y climas más intimistas, Litra Beam LX nos invita a jugar con nuestra creatividad a la hora de buscar la iluminación perfecta y confeccionando un valor especial a nuestro contenido audiovisual.