Impresiones de Unknown 9, el sabor de la aventura con una de las estrellas emergentes de Hollywood

Cuando Unknown 9: Awakening eligió el formato transmedia para llegar a nuestro universo, lo hizo plenamente consciente de su idiosincrasia. Tratándose de un mundo construido sobre dimensiones superpuestas, era lo propio para la obra de Reflector Entertainment y Bandai Namco Studios: ofrecer diferentes puertas de entrada para disfrutarla, sin necesidad de recorrerlas todas, pero con esa llamada a la curiosidad para que finalmente realicemos el viaje entero. Así, en el horizonte se abren los siguientes portales: la trilogía de novelas Unknown 9: Genesis, los cómics Unknown 9: Torment y el podcast de ficción Unknown 9: Out of Sight. En los pasados meses vislumbramos la primera parada: Unknown 9: Awakening, el videojuego de acción y aventura que saldrá el próximo 18 de octubre para PC, PS5 y Xbox Series y con Anya Chalotra, Yennefer en la serie The Witcher, como protagonista. En MeriStation ya hemos dado un primer bocado y hoy os contamos nuestras impresiones.

Puro sabor aventurero

En el mundo de Unknown 9, hay una serie de facciones con intereses propios, algunos de ellos opuestos. Nuestra aventura la protagoniza Haroona, una joven india con un don especial de acceder al Revés, la realidad superpuesta que le otorga unos poderes especiales. La muchacha pertenece a la sociedad de los quaestores, que buscan las verdades esenciales del ser humano más allá del conocimiento proporcionado en los libros de historia y ciencia. Tras ella irán los Ascendientes, una facción disidente de una sociedad secreta conocida como la Leap Year Society (LYS) que quiere usar el Revés para alterar el curso de la humanidad. Dichos Ascendientes ejercen poder militar sobre la ciudad y están a la caza activa de los quaestores. Tras todo el misterio, se encuentran los Nueve Desconocidos, a los cuales Unknown 9 debe su nombre.

La sección que jugamos se sitúa in media res, con lo que a nivel narrativo sólo obtenemos un vistazo superficial donde sentíamos que nos faltaban muchas piezas del puzle que, sin duda, resolveremos cuando juguemos a la aventura completa. Pero sí nos hicimos una idea de su mundo y su ambientación como un primer vistazo de un juego que promete ser, a nivel narrativo, muy profundo.

Unknown 9 desprende ese encanto que ya hemos conocido en títulos de aventura que dominan esa fórmula de combinar la acción con una narrativa elaborada, como Horizon Zero Dawn o The Last of Us. Al mismo tiempo, la obra de Reflector Entertainment tiene cierto sabor a novela de fantasía juvenil, con todo el sentido positivo de dicha etiqueta.

Haroona, interpretada por Anya Chalotra, es la heroína ideal de una aventura de fantasía: hermosa, resolutiva, independiente, con una personalidad ácida que brilla especialmente cuando establece su alianza con un misterioso caballero que busca ayudarla. Sabemos de Haroona que busca venganza por la muerte de una persona querida, y que ha superado el dilema ético de si devolver el daño es apropiado. Su evolución la conoceremos a lo largo de su aventura, estimada en unas 12-15 horas de duración.

La maldición de las barreras artificiales

La jugabilidad se estructura en un ciclo que crea esa adición en el jugador de ir a buscar más: exploración de la zona, combate y secciones activas de sigilo. Durante nuestra partida, nos hemos encontrado con dos preocupaciones principales: la rebaja gráfica y las barreras artificiales. En comparación con los vídeos mostrados en anteriores eventos, sentimos que la calidad no está a la altura de la next-gen y resulta obsoleta en comparación.

En cuanto al entorno de juego, la ambientación aspira a retratar con cariño la belleza de la India, y prescinde la polémica pintura amarilla para señalar los lugares practicables. Por otro lado, no sólo puede resultar confuso para jugadores que no estén familiarizados con las normas internas de Unknown 9, sino que se percibe una incoherencia evidente de los lugares a los que sí puede acceder Haroona con los que no. ¿Por qué puede trepar por una enredadera pero no acceder a una roca de altura moderada? ¿Qué dictamina a qué tejados subirse y a cuáles no? Ver las costuras a un juego que podría ser prometedor resulta algo decepcionante.

El sistema de combate, que probamos en PC con mando de Xbox, también resulta algo tosco: es raro golpear con los gatillos y esquivar con A, si bien nos acabamos acostumbrando. Por otro lado, los poderes de Haroona son el plato principal: hacernos invisibles, poseer enemigos, manipular objetos a distancia, destruir el alma a los oponentes incautos y, por supuesto, curarnos. Usar la magia tiene un coste que se refleja en la barra de energía úmbrica, que se recupera con el tiempo.

Durante la batalla, las barreras artificiales vuelven a alzarse. Como es tradición en los juegos de acción, es posible hacer explotar un recipiente explosivo para acabar con francotiradores o numerosos enemigos, pero el ángulo en el que se puede interactuar es demasiado estricto, cuando Haroona tiene un campo de visión que podría cubrir varios ángulos.

Sin embargo, el sigilo es la parte más realista y desafiante de la jugabilidad. Los enemigos son inteligentes y tienen cierta memoria y buena visión: si sospechan que hay alguien oculto en el césped, irán a mirar y no ignorarán nuestra sospechosa presencia. Si abusamos de lanzar señuelos para distraer, descubrirán que hay alguien intentando tenderles una trampa y le darán caza. Y aunque nos ocultemos ante ellos, no olvidarán que estaban luchando contra alguien y se mantendrán alerta.

Los puzles también formarán parte del periplo de Haroona, para lo cual sus poderes úmbricos serán una herramienta imprescindible. Sencillos y satisfactorios, esperamos ver cómo enriquecen la exploración en el juego final. Con todo, Unknown 9 nos ha dejado un sabor agridulce que se confunde con la esperanza que teníamos ante la imaginativa que podría hacer brillar a la nueva obra de Reflector Entertainment y Bandai Namco. El próximo 18 de octubre, accederemos al Revés para comprobar si nuestra experiencia sólo ha sido fruto de una demo mal elegida.