GreedFall 2 es un cambio tan masivo como arriesgado que apuesta por el rol a lo grande

Una de las grandes sorpresas de los últimos años en torno al rol occidental fue GreedFall. El juego del estudio francés Spiders salió al mercado en 2019 y sorprendió por su propuesta jugable y ambientación. Ahora, GreedFall 2: The Dying World está cerca de su lanzamiento en early access y pude probar el juego en París durante varias horas, y aunque está muy lejos de estar completo, ilusiona y preocupa a partes iguales.

Lo primero que sorprende en GreedFall 2 es su propuesta jugable, y es que es el cambio es tan masivo que en un primer momento te hace dudar incluso si la primera entrega también era así. Efectivamente, no lo era, y es que hemos pasado de un juego de rol totalmente orientado hacia la acción a un RPG de corte más clásico que se inspira en su jugabilidad en títulos como Dragon Age y Star Wars: Caballero de la Antigua República.

La historia de GreedFall 2 nos sitúa tres años antes del primer juego y de las aventuras de nuestro protagonista, De Sardet. En esta ocasión jugamos como un nativo de Teer Fradee que es llevado al continente de Gacane, un viejo mundo asolado por la guerra que está marcado por la plaga de Malichor y las intrigas políticas de las distintas facciones. Tendremos que recuperar nuestra libertad y destino. ¿Cómo lo haremos? Mediante el combate con la ayuda de los aliados que vayamos consiguiendo; la diplomacia o la astucia mediante la infiltración y la manipulación.

GreedFall 2 tiene un sistema de combate en el que podremos parar o no la acción, siendo lo primero muy necesario por la dificultad y reto que resultan ser muchos de sus enfrentamientos en la versión que pudimos probar. De forma activa podremos ir dando órdenes directas a los personajes que manejamos; pero cuando pausamos la acción podremos poner hasta tres habilidades en cola para que vayan saliendo a lo largo de la batalla, pudiendo así idear estrategias en pleno combate teniendo en cuenta la gestión de los puntos de acción con los que contemos en ese momento.

El movimiento en GreedFall 2 es libre, no es un juego de combate por turnos, asemejándose a los títulos mencionados con anterioridad y demostrando como sus desarrolladores escuchan a la comunidad a la hora de crear y establecer la nueva entrega de la saga, ofreciendo una experiencia de RPG más clásico que muchos buscaban.

Durante el tiempo de prueba estuvimos en la zona de Teer Fradee, de donde nuestro personaje es nativo, paseando en lugares donde la naturaleza predomina y tratando de avanzar principalmente en el objetivo principal. El desarrollo resultaba rígido, pero hay que tener en cuenta que la versión a la que pudimos acceder es muy temprana, y aún con ello más allá de su combate pudimos ver otras mecánicas como el sigilo, la exploración y el rastreo o el impacto que podemos tener en los diálogos.

GreedFall 2 nos dejó elegir entre seis clases distintas que iban desde un guerrero inclinado en su totalidad al combate a un personaje más orientados al apoyo. Además, tenemos múltiples árboles de habilidades que iremos mejorando conforme juguemos y avancemos de nivel, pudiendo establecer builds llenas de variedad. Además, nuestros aliados también cuentan con este sistema de progresión, aunque de forma mucho más ligera que el personaje principal.

La versión que pudimos probar está muy lejos de ser la definitiva, incluso la del early access que será un 30 % del juego final, por lo que la falta de dinamismo, repetición de escenarios, NPCs y enemigos era una constante que debería ir solucionándose conforme avance el desarrollo. El early access estará disponible en Steam este verano, y el estudio francés espera que el juego salga en su versión definitiva a lo largo de 2025.

El nuevo juego de la saga ofrece un sinfín de posibilidades en lo que es una experiencia RPG mucho más profunda en la que nuestras elecciones tienen un impacto en la aventura. Hay muchas formas de lograr nuestros objetivos, pero GreedFall 2 nos obliga a ser mucho más cerebrales a la hora de avanzar y progresar, y es que un paso en falso supone perderlo todo.

Spiders ha demostrado ser capaz de ofrecernos obras destacadas como el primer GreedFall y Steelrising. La polivalencia del estudio está fuera de toda duda, y lo que han mostrado con GreedFall 2 es un ejercicio de valentía extrema, un cambio tan masivo y arriesgado que cuesta creerlo en un principio, pero que nos hace tener esperanza con el desarrollo de un juego que pretende ser un referente dentro del RPG occidental.