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Steelrising

Steelrising

  • PlataformaXBS7.5XBO7.5PS47.5PS57.5PC7.5
  • GéneroRPG, Acción
  • DesarrolladorSpiders
  • Lanzamiento08/09/2022
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorNacon

Análisis

Steelrising, análisis: soulslike de Autómatas y Alquimistas

Nos jugamos el cuello en medio de una revolución francesa tan distópica como atractiva en su personalidad.

Metroidvania. Roguelike (y Roguelite). Soulslike. Es curioso como dentro de los principales géneros de los videojuegos, tenemos sub-géneros que han nacido a partir de la influencia de uno (o varios) títulos. Metroidvania viene de la mezcla de las sagas Metroid y Castlevania; Roguelike del Rogue original de 1980; y Soulslike pues de la IP que más influencia ha ejercido en la última década sin duda. Desde el inicial Demon’s Souls hasta Bloodborne y Elden Ring pasando por la trilogía Dark Souls, From Software construyó un sub-género que ha creado sus propias reglas. Y hoy, son varios títulos cada año los que se adhieren a sus normas no establecidas y cánones.

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SoulsMême

Spiders, el estudio autor del divertido ARPG Greedfall que pronto tendrá secuela, han decidido entre entrega y entrega que ellos también quieren un pedacito del mercado Souls. Y el resultado es Steelrising, un Soulslike de pura cepa. Un juego que recoge cada elemento del sub-género Souls y lo adapta a un rico universo con un diseño artístico fabuloso.

Estrenado el mismo año que el todopoderoso Elden Ring, y anticipándose a otro soulslike de corte ‘punk’ también como es Lies of P, en Steelrising somos protagonistas de una distópica Revolución Francesa en la que Luis XVI intenta mantener el control de Paris con un ejército de autómatas creados a golpe de ciencia y magia, engranajes de relojero y alquimia. Maria Antonieta, encerrada por el mismo rey, pone su esperanza en las manos de su autómata Aegis, hecha para el Ballet pero reconvertida en guardaespaldas.

Tras la cinemática inicial, el juego introduce a la protagonista y personaje jugable. La autómata Aegis. Conscientes de que vamos a pasar todo el juego con ella, el estudio nos deja modificar su aspecto inicial, y luego elegir el estilo de juego.

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Ciudadano Autómata

Esto es un ‘soulslike’, así que vamos a combatir muchísimo. Y tenemos que usar un tipo de personaje que se ajuste al estilo con el que estamos cómodos. El juego tiene 4 clases a elegir:

  • Guardaespaldas: la clase ‘tanker’ por así llamarla, usa un arma pesada, granadas que petrifican a los rivales, y los beneficios van destinados a potenciar su resistencia, salud, fuerza y golpes, con un +3 a la durabilidad y un +2 en ingeniería.
  • Soldado: similar al guardaespaldas, la clase soldado pega un poquito menos fuerte, pero aún así sigue dando con contundencia. Usa arma pesada, granada que derriba enemigos, y tiene un +3 a la potencia y un +2 al vigor para aumentar el daño que inflinge, el daño que soporta, el vigor y el impacto a la hora de golpear.
  • Bailarina: pegando menos fuerte que las anteriores, la bailarina es la clase más ágil de todas, y usa armas ligeras y una granada incendiaria. Esta clase resiste muchos impactos y pueden encadenar los combos más largos, además de obtener +3 a la agilidad y +2 al vigor para el aguante y el daño provocado.
  • Alquimista: la clase que menos fuerte pega, el alquimista compensa esto usando armas ligeras capaces de congelar, electrocutar o prender fuego al enemigo, viales en vez de granadas y + 3 a la alquimia elemental y +2 a la ingeniería, potenciando la resistencia, armadura, daño alquímico y la posibilidad de encontrar objetos.

Una vez eliges tu clase, el primer nivel es un tutorial de cómo funciona el juego, su sistema de combate, etc. Steelrising nos propone vivir la Revolución Francesa como si estuviéramos en un spin off del Assassin’s Creed Unity, porque tenemos muchas misiones que realizar dentro de un mapeado que representa la París del Terror de forma bastante fiel, por lo que combatirás y explorarás por Montmartre, la Bastilla, Versalles, las Tullerías y conocerás a personajes históricos reales e icónicos como el ciudadano Robespierre o el Marqués de La Fayette, co-autor de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

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La Dystopie

La ambientación es sin duda uno de los puntos fuertes de Steelrising, apoyado por un trasfondo histórico real con el exotismo y la novedad de los autómatas, que conforman un París distópico que ciertamente no se parece a nada que hayamos visto antes. Por ello, jugando con hechos reales pero mezclándolos con elementos ‘ClockPunk’ fantásticos, la historia de Steelrising es atrayente y además narrada con mucho clasicismo en cuanto a las cinemáticas, documentos y notas en los escenarios y momentos en que tú mismo/a debes escoger el diálogo hablando con otros personajes -nope, nada de tener que encajar las piezas y el lore de la trama en tu cabeza.

La París de Steel Rising es un mapa enorme en el que explorar mientras haces misiones principales y también secundarias -y como suele pasar, las secundarias nos recompensan con ítems y armas que hacen nuestra misión un poquito más sencilla, a la par que nos permiten levelear un poco. Dividida en zonas, el diseño de los niveles es convencional en cuanto a que es lo clásico que se suele ver en un Soulslike, y sus objetivos tampoco destacan, pero la exploración y el desarrollo vienen enriquecidos con dos elementos: progresión y plataformas.

Añadiéndole elementos ‘metroidvania’, en ciertos momentos de la campaña ganas habilidades (al derrocar Final Bosses) como romper muros de piedra y un garfio. Ambas te abren nuevas zonas de secciones del mapa que ya has recorrido, y le añaden elementos de verticalidad colgándote con el gancho de balcones y otros lugares, a la par que varias secciones de plataformas que, la verdad, tampoco las echaríamos de menos si no estuvieran, dando que el salto de Aegis no es precisamente fiable. El juego tiene un mapa y objetos como una brújula para ayudar a que no te pierdas, porque a veces el desarrollo de los escenarios es algo laberíntico.

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Si vas directo a finiquitar la campaña con las principales, en unas 11-13 horas de media puedes hacértela, pero si le añades todas las secundarias y elementos extra, tu viaje por el París de Madame Guillotina puede llevarte el doble perfectamente.

Inercia

Curiosamente, no golpeamos con los clásicos botones frontales, sino que los ataques los tenemos ubicados en los botones superiores. R1 (lo hemos analizado en PlayStation 5) lanza un ataque ligero, R2 un ataque contundente que además puede ser en carga si lo mantenemos apretado. Con R3 fijamos objetivo, con círculo esquivamos. Y usando armas ligeras podremos infligir daño de inmovilización, que paraliza temporalmente al enemigo para que lo rematemos con un golpe crítico.

Cada golpe no debe darse a lo loco, porque va gastando la clásica barra de resistencia/estamina que este género suele emplear. Dado que controlamos a una autómata, si golpeamos y la agotamos, Aegis se sobrecalentará y no podrá hacer varias acciones hasta que se enfríe. Agotar la barra de aguante significa que no podrás golpear, saltar, esquivar ni esprintar, solo moverte andando. Siempre puedes optar por activar una refrigeración rápida, pero esto aumenta el daño por escarcha.

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Tenemos 6 atributos que mejorar, lo que haremos gastando esencia de las ánimas, el token por así decirlo que Steel Rising usa para desarrollar el personaje:

  • Potencia
  • Durabilidad
  • Agilidad
  • Vigor
  • Alquimia elemental
  • Ingeniería

Pero no es lo único, ya que también se pueden potenciar las armas -que requieren esencia de ánimas también- y la Bureta, que es el objeto que usas para mejorar la salud del personaje y tiene su propio item. La bureta puede potenciarse para que admita más dosis y para que cada dosis restablezca más salud. Para lo primero necesitas encontrar el catalizador de Lavoisier, y para lo segundo el sublimador. En Steelrising es necesario explorar y encontrar ítems, porque como buen Soulslike se va volviendo cada vez más exigente.

Nuestra autómata puede equipar dos tipos de armas, y luego tiene cuatro huecos en el equipo para la ‘armadura’: sombrero, chaqueta, pantalón y botas. Aegis dispone de un ‘cinturón de acceso rápido’ en el que equipar hasta 6 objetos para elegirlos con la cruceta y usarlos con Cuadrado, ya sean armas secundarias como granadas, viales u objetos necesarios como la mencionada bureta, o fichas de desensamblaje, que permite que regresemos al último checkpoint. Incluso adoquines de piedra para tirar al enemigo.

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Dado los ataques ‘mágicos’ que podremos recibir, también hay pócimas / ítems llamados viales para curar esos estados alterados que nos provocan, desde un vial para usarlo cuando nos golpeen con un ataque eléctrico, hasta otro para disminuir la escarcha o el daño por fuego.

Para potenciar al personaje tenemos un sistema de ‘perks’ diseñado de forma original, ya que Aegis tiene 4 cuatro espacios en su columna vertebral, y ahí vamos colocando nuevos atributos, como un módulo de ventilación de diferentes grados. Al inicio solo tenemos un perk desbloqueado, por lo que debemos ir buscando llaves que abran el resto. Con una abrimos cada espacio de módulo, pero luego gastaremos tres en mejorarlo. Como os podéis imaginar, los módulos que podemos colocar mejoran atributos y/o dan nuevas skills, como aumentar el nivel de armadura y equilibrio cuando tengas la salud, o que te den más ánimas cuando te cargues a un enemigo.

Accesibilidad Souls

Básicamente el juego tiene todos los tics y elementos que esperas de un título de esta clase, sólo que presentados en conjunción con su historia y lore de fondo, por lo que aquí una poción de mago se transforma en un vial de una sustancia creada por una mezcla de alquimia y mecánica Clockpunk.

¿Por qué entonces la nota, se preguntará alguno/a? El problema es que Steelrising presenta bugs en ciertos momentos del juego que, aunque puntuales, ahí están. También el combate, aunque eficaz, tampoco es memorable ni sorprende, y tenemos un problema con los enemigos en cuanto a que las peleas no tienen la precisión de un Souls para hacernos una idea. Las hit-boxes a veces fallan y nos dejan vendidos ante un enemigo, con el consiguiente daño que nos llevamos incluso aunque le hayamos esquivado bien. Y los Jefes Finales, aunque imaginativos en diseño, son uno de los puntos más flojos porque apenas se distinguen en cuanto a variedad de lucha entre unos y otros.

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Uno de sus aciertos es que Steelrising es un buen juego para iniciarte en esto de los ‘Souls’, ya que no sólo sus checkpoints están bien establecidos y cosas como la barra de resistencia se recupera rápido, siendo más permisivo que otros de sus congéneres, sino que Spiders le ha introducido un modo de accesibilidad que permite personalizar el nivel de daño que recibes, o mantener toda la esencia ganada y no perderla al morir, para que cualquiera -o casi cualquiera- pueda disfrutar el viaje de Aegis. Eso sí, si activas este modo te puedes despedir de ganar trofeos / logros, ya que se desactivan por así decirlo.

ClockPunk

A nivel gráfico, aunque se le nota el presupuesto medio que ha tenido el estudio, el juego verdaderamente entra por los ojos gracias a su portentoso diseño de producción, que cruza la belleza y a la vez la pobreza de la París del Terror de 1789 con autómatas Clockpunk. Las texturas eso sí no brillan, ni tampoco el conjunto gráfico en cuanto a potencia, ya que aprueba justito justito. De hecho los bugs ocasionales afean un poco el buen resultado.

Lo curioso es que, a diferencia de los juegos de esta generación que suelen ofrecer dos tipos de opciones visuales, una a 30fps que favorece la calidad gráfica y una a 60fps que favorece el rendimiento, Steelrising nos propone tres: calidad gráfica, resolución y frecuencia de imagen. En el modo calidad gráfica, el conjunto tiene más carga -tampoco se nota tanto- y va a 30fps; en el modo frecuencia de imagen, se mueve a 55-60fps; y en resolución es el problema, ya que claramente se mueve por debajo de los 30fps, lo que provoca tirones.

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Con una fotografía estupenda en cuanto al tratamiento de la iluminación -esa París al atardecer-, hay que destacar también las animaciones de Aegis, que corre y salta llevada por la inercia de su naturaleza y le da esa personalidad de bailarina artificial.

Sonoramente, la BSO es sin duda uno de sus puntos fuertes. James Hannigan, compositor británico habitual de EA (Command & Conquer, varios juegos de Harry Potter, Dead Space 3) compone temas preciosos a violín, chelos y, como estamos en 1700, clavicordios. Hay temas grandilocuentes, épicos corales para las peleas, incluso una bellísima aria en los títulos de crédito. Pero es en los intimistas donde la banda sonora más acierta y es un placer oírla fuera del juego.

El juego cuenta con buenos actores de doblaje -en inglés- y localización de todos los textos al castellano. El único ‘pero’ es en que estamos en Francia, pero todos hablan con un excelente acento británico que ocasionalmente salpican de expresiones francesas en plan ‘Frenchglish’, en vez de escuchar actores franceses hablando en inglés.

Conclusión

Bueno pero no memorable, eficaz pero no sobresaliente, Steelrising chequea todas las casillas que un juego Soulslike debe tener. Con una ambientación deslumbrante y original, toques de Metroidvania y un sistema de combate divertido, la propuesta de Spiders es una alternativa para quienes ansían más juegos de este sub-género, e ideal para iniciarte, pero si se hubiera cuidado más, pulido más -seguramente fue cosa del presupuesto-, estaríamos ante un imprescindible de los Souls. Aunque tal y como está, es una buena elección.

Lo mejor

  • El diseño artístico y la ambientación: esa París de autómatas es un hallazgo visual
  • Los toques metroidvania que nos permiten descubrir nuevas zonas usando elementos como un garfio
  • Poder personalizar bastante al personaje hasta que nos sentimos cómodos con el estilo
  • La BSO, preciosa
  • El sistema de combate es eficaz
  • La accesibilidad, es un buen Soulslike para adentrarte en el género

Lo peor

  • Lo poco inspirado de los combates contra los jefes finales
  • Gráficamente va muy, muy justito
  • Las zonas de plataformas, ni fu ni fa
  • Ciertos bugs, glitches y elementos que necesitan un pulido / mejora. Esquivar y aún así comerte la hostia del enemigo fastidia mucho.
7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.