Crítica de Mansión Encantada, una divertida e irreverente adaptación de la mítica atracción de Disneyland

Una mansión tenebrosa y ajardinada se erige a lo lejos, majestuosa. Tras sus puertas, un viaje fantasmagórico de espectros y calaveras. Mansión Encantada es una de las atracciones legendarias de Disneyland, todo un clásico de 1969 que el visitante ha de visitar sí o sí. Aquellos imagineers, los creativos que hicieron la magia, se valieron de toda su imaginación y técnica para diseñar una atracción que sigue engañando y maravillando a los sentidos. Justin Simien trata de adaptar esta experiencia a la gran pantalla, un nuevo intento tras la fallida película de 2023 protagonizada por Eddie Murphy. ¿Lo consigue?

Gabbie (Rosario Dawson) y su hijo Travis (Chase Dillon) todavía lloran la muerte de uno de sus seres más queridos. Por eso deciden mudarse a Nueva Orleans e iniciar una nueva vida. Por desgracia, el destino es caprichoso: de todos los hogares que podían haber elegido se decantan por una viaja mansión, en cuyas entrañas se esconden fantasmas y otros seres de ultratumba. Una vez traspasado el umbral, las almas atrapadas no dejan de perseguirlos, por lo que marcharse no es una opción. Bajo esa premisa, el filme reúne a un conjunto de personajes variopintos, interpretados por estrellas como Danny de Vito, Jared Leto, Jamie Lee Curtis o LaKeith Stanfield.

De la atracción a la pantalla, ¿cómo es Mansión Encantada?

Mansión Encantada es una película ligerita que canaliza su argumento a través del humor. En cierto sentido, conserva ese aire de atracción, ya que la combinación del elemento cómico y de la acción se funde con un esquema propio del tren de la bruja, con multitud de sorpresas y de detalles a descubrir. El director ha usado efectos prácticos siempre que ha podido y ha rodado en cámara lo máximo posible a fin de capturar la esencia de la obra maestra de Disneyland.

Más allá de su irreverencia como comedia, la nueva producción de Disney explora el drama, la relación entre los vivos y los muertos. Varios personajes mantienen una vinculación estrecha porque comparten tanto el dolor como la culpa de no haber resuelto algunos asuntos cuando las personas que amaban todavía estaban vivas. Entre el mundo de los vivos y de los muertos subyace un lugar intermedio en el que moran aquellos que no lograron marcharse en paz, de modo que los protagonistas tienen que enfrentarse a sus propios demonios y a un antagonista que se alimenta de la culpa.

Mansión Encantada es un viaje agradable, divertido por momentos, pero algo intermitente. El guion de Katie Dippold se desvanece poco a poco, como los fantasmas, al igual que su humor, que no siempre hace gracia. El amor de Simien por Mansión Encantada se percibe en la escenografía, respetuosa y fiel a la atracción, aunque lejos de su maestría. La sensación es que estamos ante película correcta que destaca más por lo que se ve que por lo que se cuenta.

La película se estrena el próximo 28 de julio solo en cines. ¿Sabíais que también hubo un videojuego basado en la atracción?