Resident Evil: Code Veronica debería ser el siguiente remake de la saga

Este 2023 se lanzó Resident Evil 4 Remake, una entrega que no disfruté (tampoco lo pasé bien con el original), porque no me gusta su mecánica y su forma de juego. Además, encuentro que sus creadores tuvieron que haber seguido la línea con Resident Evil: Code Veronica, una entrega que tiene una de las mejores narrativas de la saga, con el gran antagonista y dos protagonistas que en aquel momento eran verdaderos héroes de acción, pero que con el cuarto título de la franquicia, esta entrega que originalmente se lanzó en Sega Dreamcast, quedó en el olvido para muchos, a pesar de sus reversiones posteriores. Capcom debe dar una nueva oportunidad a la aventura de los hermanos Redfield, los seguidores de la franquicia lo merecemos.

Resident Evil: Code Veronica es un Must Play de Metacritic, el segundo de la franquicia tras la versión original de Resident Evil 4. Con 94 puntos de 100, es extraño que Capcom no de señales de este título en un remake. A raíz de ello, durante el pasado mes de junio, la compañía japonesa preguntó a sus fans acerca del futuro de la saga, una manera de presionar para que en algún momento la remasterización de esta entrega sea algo real.

¿Por qué señalo que la narrativa es una de las mejores? Con los tres primeros títulos de la saga, necesitábamos algo mayor, algo que continuara directamente la historia. En Resident Evil: Code Veronica los hechos transcurren tres meses después de lo ocurrido en Resident Evil 2 y 3. La protagonista de la primera parte es Claire Redfield, quien estaba encarcelada en un lugar desconocido. Cuando fue liberada, sabe que debe salir de allí y seguir buscando a su hermano Chris, quien también está recorriendo Europa para acabar con Umbrella, la empresa que destruirá el mundo con sus zombies y los diversos virus en los que han trabajado.

Jugar con dos personajes principales, luchar ante jefes complejos que nunca más se verán en la franquicia, como Nosferatu, tener a un sidekick como Steve Burnside, saber mucho más de Albert Wesker y entender el por qué se unió a Umbrella y terminó como un sádico y psicópata trabajador de la farmacéutica. Con escenarios totalmente diferentes a lo visto antes (submarino), aunque manteniendo el estilo clásico en forma de tributo en otros lugares (Mansión Ashford), este videojuego es lo que como seguidor de la franquicia necesitamos para el remake, un Survival Horror y no una entrega de acción.

Su duración es mucho mayor a lo que es un Resident Evil clásico. En este aspecto, si el remake de Resident Evil: Code Veronica llegara a existir, Capcom no debe quitar contenido como lo hizo en la remasterización de la tercera entrega, provocando que el “Last Escape” de Jill Valentine fuera casi un prólogo.

Para mí, la fotografía de esta entrega es muy espeluznante, con un muy buen sonido que acompaña al jugador de principio a fin, logrando que cuando ambos aspectos se mezclan, la atmósfera que se crea logra que uno como jugador esté completamente inmerso en la historia. Siguiendo esa línea, no olvidar los efectos variados que existen, como los gemidos de los zombies, las voces que hay más allá y el chirrido que hay en ciertos lugares.

Para mí, este videojuego es el segundo mejor de todos tras el Resident Evil 2 original, una entrega que es capaz de causar adicción, sobre todo porque no sabes qué ocurrirá más allá, no tienes idea si los enemigos serán capaces de vencerte de un golpe o si sólo te asustan para que continúes tu camino, tu ruta hacia lo desconocido, la dirección hacia el gran Survival Horror de la saga que ha sido olvidado por Capcom. Así que si alguien de la empresa japonesa escucha a los seguidores de la franquicia, por favor, hagan caso, porque con Resident Evil: Code Veronica remake, el éxito está asegurado.