La sucesora de Nintendo Switch debe saldar una deuda de la compañía: es la hora de los logros

Lo reconozco: me gustan los logros, trofeos y cualquier forma de completismo que complemente a un videojuego. Desde que Xbox 360 los popularizara y PS3 recogiera el testigo, se han convertido en elementos básicos de cada salto de generación. Cuando me llega un nuevo videojuego siempre me gusta ver la lista de estos pequeños retos. No los completo para sacar pecho por realizar determinadas hazañas. Para nada. Los utilizo a modo de diario digital que me recuerde cuándo los jugué y hasta qué punto los exprimí. Es el equivalente a los porcentajes de toda la vida, pero con un icono molón y el adictivo sonido al desbloquearlos.

Jugar a un videojuego sin logros no me hace disfrutarlos menos. Pensar eso es una chorrada de mil pares de narices. Lo que sí me ocurre es no dejar de pensar lo bien que estaría poder contar con ellos. Nintendo hasta el momento ha sido el único gran fabricante que ha eludido introducirlos. Sí, actualmente en Nintendo Switch Online hay pequeños retos que ofrecen monedas de platino, pero cuando hablo de logros y trofeos sabes perfectamente a lo que me refiero. De hecho, algunos títulos como Red Dead Redemption ya cuentan con ese sistema dentro del propio juego, pero no se enlazan al perfil.

Todos los logros que he desbloqueado en Xbox y todos los trofeos que he desbloqueado en PlayStation me recuerdan en parte cómo es mi lado jugador. Cuando quiero ponerme nostálgico, reviso mis perfiles y los recuerdos me llueven en cascada. Para mí, los videojuegos son algo más que un entretenimiento. Asocio momentos de mi vida a los juegos con los que me encuentro en esa circunstancia. Recuerdos preciosos (Halo Reach), recuerdos inolvidables (Hype: The Time Quest) y otros horribles que jamás quiero revivir (The Evil Within 2).

Enciendo mi Nintendo Switch, hago lo propio en mi perfil y lo que me encuentro es un historial de uso que incluso puede borrarse si permaneces sin jugar mucho tiempo a ese juego determinado. Recuerdo los historiales de anteriores consolas de la marca, mismamente Nintendo 3DS, e incluso se quedaba guardada una clasificación histórica, mensual y semanal. No puedo recordar qué hice o dejé de hacer en títulos como Breath of the Wild, Animal Crossing: New Horizons o Xenoblade Chronicles 3.

A las puertas de conocer a la sucesora de Nintendo Switch, es el momento de dar un paso hacia delante en esta materia. Y no me refiero en concreto sobre los logros. Hablo de hacer que tu perfil sea auténtico, que el contenido que generes (y disfrutes) en una generación se traslade y pueda ser visto en sucesoras como ya ocurre en la competencia. Alzo la mano con otra confesión: en Wii U fui firme defensor de Miiverse. Creó un sentimiento de comunidad, de conectar con otros que compartían afinidades contigo.

Imagina por un momento reunir todas las lunas de esa obra maestra llamada Mario Odyssey y que de repente se reproduzca este sonido en tu consola. Pulsas el botón home, entras en la casilla de tu perfil de Nintendo y ves el desafío completado: 50 monedas sumadas a tu perfil global. Si da la casualidad de que el señor Shuntaro Furukawa está leyendo estas líneas, encontrarás aquí la idea definitiva para poder hacerlo posible. どうもありがとう.