Uno de los creadores de Skyrim habla sobre The Elder Scrolls VI: “No gravita hacia las cosas raras”

Kurt Kuhlmann es una figura destacada en la historia de Bethesda. Tuvo una primera incursión en el estudio desde el 96 al 98 y posteriormente regresaría para protagonizar una distinguida trayectoria desde el 2003 al 2023, cuando abandonó nuevamente el estudio, dejando tras de sí un inmenso legado tanto en Elder Scrolls como en Fallout. En una entrevista sobre su trayectoria, Kuhlmann tuvo tiempo de especular un poco sobre la esperada continuación, aunque especificando que no sabe nada de ella, lo que reconoce que será “una nueva experiencia para él” después de estar involucrado en tantos juegos de la compañía.

En concreto, el diseñador estuvo hablando sobre filosofías y estéticas, uno de los debates capitales que suele dividir a los amantes de la franquicia de ayer y de hoy. Kuhlmann, junto a Michael Kirkbride, es uno de los responsables directos del ambiente extraño, alienígena, de los primeros Elder Scrolls, una tendencia que acabaría alcanzando su cenit con Morrowind. Él dejó sentados los cimientos de ello cuando desarrolló el arte, el lore y la narrativa de Redguard, incluyendo un manual de instrucciones que describía en detalle un mundo pensado para ser extraño y único, en la línea de obras de ciencia ficción como ‘Dune’ o ‘El Cristal Oscuro’.

Una Cyrodill que tiene poco que ver con la original

Kuhlmann, por ejemplo, comenta que la Cyrodiil que nos encontramos en Oblivion poco tiene que ver con la que idearon en su día, descrita en detalle en la “Guía de Bolsillo del Imperio”. En la concepción original, el entorno de la capital imperial era una gigantesca jungla cuya vida giraba alrededor de sus red fluvial y cuyo clima se iba haciendo más tropical a medida que se llegaba al sur para llegar al gigantesco pantano que hace de hogar de los argonianos, poco que ver con los bosques genéricos interminables que nos encontramos.

Kuhlmann enfatiza en que hay “razones” para esa convencionalidad: ”Creo que Todd, en particular, no se siente atraído por las cosas raras. Yo sí. Por ejemplo, Morrowind... Michael y yo hicimos muchas sesiones de lluvia de ideas sobre eso, y obviamente tiene esos elementos de ‘Dune’ y ‘The Dark Crystal’. Me encanta ese tipo de cosas. Definitivamente habría incluido más de eso en Oblivion si hubiera podido".

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Aun así, Kuhlmann señala que su visión más psicodélica de Oblivion probablemente no habría sido tan exitosa financieramente como la versión que obtuvimos: “Sospecho que, en ese sentido, fue la decisión correcta. Cuando tienes ‘El Señor de los Anillos’, que era tremendamente popular... creo que las películas aún se estaban estrenando cuando salió Oblivion”.

Es por ello que se aventura a declarar que The Elder Scrolls 6 tampoco será un regreso al pasado en cuanto tono y estética: “Están haciendo algo diferente a lo que yo habría hecho, así que no sé cómo me voy a sentir al respecto cuando lo vea. Especialmente ahora, con Microsoft de por medio, tiene que ser uno de sus grandes títulos. Sería escéptico respecto a que pudieran hacer un juego ambientado en Elsweyr o Black Marsh”, ya que, bueno, un juego lleno principalmente de hombres lagarto o hombres gato sería bastante raro".

Así que nada de champiñones gigantes ni autobuses en forma de insectos colosales. Por suerte, ahí tenemos a Morrowind, sus expansiones y sus mods para consolarnos.

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