Cine
James Cameron casi muere rodando ‘The Abyss’: así fue su peor experiencia en el cine
El director de ‘Avatar: El sentido del agua’ relata como casi se ahoga mientras estaba rodando su recordada cinta de ciencia ficción submarina.
James Cameron es un experto en rodajes submarinos y en exploración de los fondos marinos y aún así estuvo a punto de morir en el rodaje de ‘The Abyss’, su mítica cinta de ciencia ficción bajo las aguas del océano de 1989 y protagonizada por Ed Harris. Así lo ha relatado el director de ‘Avatar: El sentido del agua’, ‘Terminator’ o ‘Titanic’, entre otras películas, asegurando que sufrió un terrible accidente bajo el agua en el que casi se ahoga. Así lo recoge el medio Variety tras entrevistar al cineasta, en la que Cameron sorprendió a todo el mundo por sus declaraciones.
¿Qué ocurrió en el rodaje de ‘The Abyss’?
Así lo explica el propio James Cameron, detallando qué ocurrió en tan fatal accidente que casi le cuesta la vida: “Teníamos a nuestros ‘ángeles’, que eran los salvavidas submarinos que estaban siempre ahí. Cada uno de ellos tenía asignado a uno o dos actores que no podían perder de vista. Pero a mí no me vigilaban”, explica Cameron tras asegurar que tuvo que realizar varias a tomas a 10 metros de profundidad con pesos en los pies y en la cintura.
“Todo el mundo estaba poniendo las luces y nadie me miraba. Yo intenté hablar con Al Giddings a través del interfono, pero él se había reventado los tímpanos en un accidente de submarinismo y estaba sordo como una tapia. Ahí estaba yo, desperdiciando mi última bocanada de aire gritando ‘¡Al! ¡Al!’ mientras él trabajaba dándome la espalda”, relata Cameron mientras se dirigía a su director de fotografía submarina, que en ese momento no lo oía.
En el momento en el que Cameron ya se temía lo peor, pensando que de allí no salía, apareció un buzo experto que se percató de la agonía del cineasta. Sin embargo, otro problema se sumó a la ecuación: el respirador de Cameron estaba lleno de agua y no podía usarlo con normalidad. “Me puso un respirador en la boca, pero no lo había revisado: aquello llevaba tres semanas dándose golpes en el fondo del tanque y tenía una grieta en el diafragma. Así que lo purgué con cuidado y tragué una profunda bocanada de agua”, continúa el director.
“Lo purgué otra vez, y volví a tragar agua. Los buceadores saben que cuando te acercas a la superficie, tienen que contenerte para que no entres en embolia y tus pulmones se expandan al ascender. Pero yo sabía lo que estaba haciendo. Él no quería dejarme subir y yo no podía avisarle de que mi regulador no funcionaba, así que le di un puñetazo en la cara, nadé hacia la superficie y sobreviví”, concluye Cameron tras relatar su peor experiencia bajo el agua.