Windjammers 2, impresiones de tu próximo juego deportivo favorito

Windjammers es uno de esos juegos que muchos probamos en nuestra niñez y primeros pasos hacia la adolescencia. Era una de las recreativas que podías encontrarte en lugares inhóspitos, como el Gatopardo Bar de tapas, en Can Pepe o en un salón recreativo a 20 metros de la playa de cualquier pueblo de la Costa Brava, donde tus padres te dejaban media hora con 200 pesetas y jugabas en bañador con gente de distintos países, generalmente más altos y con la piel más quemada que tú. Los videojuegos han cambiado mucho y ahora las competiciones mueven millones, los jugadores están equipados y posan muy serios de brazos cruzados a cámara. Pero nuestras primeras partidas buscando la gloria se llevaban a cabo en lugares recónditos como los mencionados, sin tan siquiera el toque exótico de los salones que vemos en Hi Score Girl. Y Windjammers era un rara avis, capaz de trasladarnos el pique de la competición con cualquiera que pusiera una moneda encima de la recreativa sin ser un Street Fighter o similar.

El juego de SNK, aparecido a principios de los noventa, nos dejó un grato recuerdo. Además, su propuesta y puesta en escena es fácil de recordar. Seguramente hemos jugado a “yo contra el barrio” que confundimos con otros, y más de un juego de fútbol -de esos que el capitán tenía súpertiros especiales- también se diluye en nuestra memoria. Pero un juego en el que dos atléticos personajes se enfrentan lanzándose un disco en medio de la playa es difícil de olvidar. El punto interesante de todo esto es que los recuerdos son bonitos, pero la realidad es que Flying Disc -así se conocía también- era un juegazo. La esencia arcade de SNK trasladada a un uno contra uno donde los controles eran sencillos, pero la habilidad marcaba la diferencia. Tiros con efectos, tiros potentes, personajes deslizándose a toda velocidad, lanzamientos especiales y partidas de ritmo elevadísimo. Años después se recuperó para varias plataformas actuales, y hace tiempo que esperábamos probar la demo de Windjammers 2, que ha estado disponible estos días en Steam.

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Hay algo interesante en esta secuela de Windjammers 2, y es que al menos sobre el papel intenta potenciar la base de la primera parte sin fijarse demasiado en qué han hecho otros juegos del mismo estilo durante estos años. Podíamos esperar partidas de dos contra dos, un añadido en Disc Jam, pero DotEmu, al menos de momento, está centrada en potenciar lo que ya funciona. La esencia en nuestras primeras partidas se mantiene intacta: un botón de dash para llegar a tiros imposibles, otro para lanzar el disco con todo tipo de efectos según el movimiento del stick, y otros elementos marca de la casa: el globo, el poder lanzar más potente si pulsamos el botón justo en el momento de recibir el tiro rival, o la opción de levantar el disco si estamos posicionados el suficiente tiempo para preparar un súper ataque.

Todo fluye como antaño, con una IA enemiga devastadora y muy potente mientras intenta (y nosotros también) conseguir puntos. Los puntos varían según donde entre el disco en la pared del rival. Algunos son de tres, otros de cinco, algunas paredes varían el espacio de los cinco puntos según quién va anotando, y ahora, como novedad, en un par de escenarios de los tres que vemos, también se puede puntuar en las paredes laterales. Todo esto se mantiene intacto con una fluidez asombrosa y con un estilo visual muy a lo Streets of Rage 4. O sea, un acierto.

Dotemu ha decidido apostarlo todo a nuevas mecánicas. Las dejadas (dos puntos si el disco cae en la arena y el rival no lo ha cogido) toman una gran importancia. Primero porque ahora hay muchos rebotes y golpes que vuelven a nuestra pista y que son difíciles de ver. Segundo, porque se ha añadido un botón de salto que permite coger los globos al vuelo y disparar desde el aire. No es la única mecánica nueva. Tenemos el slapshot, que es golpear -cargando el ataque- el disco cuando nos llega sin cogerlo, para lanzarlo a gran velocidad. Y tenemos una gestión de barra de energía interesante. Con ella llena podemos lanzar un ataque especial pulsando dos botones (o R1) para realizar el ataque especial de cada personaje. Pero también tenemos la respuesta defensiva, que vacía la barra pero sirve para intentar detener alguno de estos tiros imposibles.

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El resultado es que tenemos muchas más herramientas para tomar decisiones en escasos segundos, porque el juego no se detiene en ningún momento. Usar el toss para levantar el disco y cargar un ataque precisa de estar en el puesto justo en el momento concreto (y por lo tanto, acertar con el efecto que el rival le ha dado o la trayectoria del disco tras rebotar en la pared), o decidir acostumbrarnos al salto cuando nos intentan hacer un globo para responder con lo que debería ser un punto seguro. Aunque al principio cuesta acostumbrarse a todo lo nuevo, luego vas trasteando y acabas incorporándolo casi sin querer.

La demostración, que está disponible hasta este lunes 22 de junio, permite jugar contra tres personajes de la CPU o contra otro jugador y también hacer partidas online. Las pocas que hemos probado han tenido un buen rendimiento en general, salvo un par que tenían algo de lag. La experiencia, en todo caso, ha sido bastante satisfactoria en términos generales y a falta de ver qué mejoras aplican. Solo hemos podido ver tres escenarios, uno clásico bastante compacto que recuerda a uno de los originales, otro mucho más amplio donde es difícil llegar a según qué tiros, la zona de cinco puntos se va agrandando cuando recibes puntos y se pueden conseguir puntos en paredes laterales, y un tercero más alargado que ancho donde las dejadas son muy habituales.

Además de ambos modos, el menú principal nos deja entrever un modo Arcade como elemento destacado, a la espera de si vamos a tener modalidades y extras que todavía no se han desvelado. Para los que no conozcan el juego, hay un how to play donde explica las bases del juego, aunque como es habitual en estos títulos, sólo la práctica hace al maestro. Veremos lo que está por anunciar hasta el lanzamiento.

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En resumen, Windjammers 2 es mucho más respetuoso con el original de lo que podríamos imaginar en un primer momento. Pero lo que puede parecer exceso de conservadurismo se convierte en el camino ideal para mantener la esencia y ofrecer nuevas mecánicas que encajan a la perfección. No hay grandes revoluciones ni situaciones que rompan el ritmo o el desarrollo de partidas que todos conocemos, sino solo elementos que potencian lo que Windjammers era y es: reflejos, habilidad y espíritu competitivo. Y mucha diversión.