F1 2021, análisis: el campeonato más fiel llega a la nueva generación de consolas

Codemasters regresa un año más con su fiel visión de la Fórmula 1. Esta edición viene marcada por múltiples factores especiales para sus responsables. En los últimos meses se culminaron los preparativos para su integración dentro del grupo Electronic Arts. F1 2021 es el primer testigo de esa unión, aunque su director ya admitió que el grueso del desarrollo se realizó todavía de manera independiente. Por otro lado, el lanzamiento de las consolas de nueva generación lleva a la saga a dar el salto a PS5 y Xbox Series X|S.

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Como suele ocurrir con este tipo de entregas deportivas intergeneracionales, F1 2021 deja el poso de estar ante un videojuego de transición. Toma todos los elementos que destacaron 12 meses atrás y perfila algunas mejoras en calidad de vida. Si buscamos la evolución de una gran entrega de next-gen no lo encontraremos. Pero su continuidad no significa precisamente que sea malo. Todo lo contrario: mantiene una fórmula que funciona como un reloj, sea cual sea la experiencia que selecciones.

Braking Point: la Fórmula 1 desde dentro

La principal novedad de este año pasa por la introducción del primer arco narrativo completo en la trayectoria de la franquicia. Pese a haber coqueteado en el pasado con ciertas rivalidades fuera de la pista, Braking Point es la primera propuesta seria de realizar un modo historia propiamente dicho. Su director, Lee Mather, nos contaba durante la presentación que dada la popularidad de Drive to Survive, la serie producida por Netflix, esto creaba una oportunidad de que los aficionados pudieran conocer qué se cuece cuando dejamos de estar frente al volante.

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Al contrario de lo que parecía en un primer momento, las 3 temporadas por las que pasa la historia no ocurren de manera completa. La acción irá dando saltos por el calendario, marcado por el ritmo del guion. Por ejemplo, se considera una temporada la parte que ocurre en la F2, que apenas toma unos 15 minutos de prólogo. A partir de ese momento damos el salto al gran circo desde dos perspectivas bien diferentes.

Pasaremos bajo el casco de Aiden Jackson y Casper Akkerman, el novato y el gran veterano de la parrilla; la nueva y antigua promesa. Desde el inicio se transmite la tensión de una pareja que en ningún momento siente que forman parte de la misma escudería. Jackson peca de errores de novato, mientras que Akkerman no comparte ningún elemento de su extenso bagaje sobre el asfalto. El dúo comienza a caer en problemas y discusiones hasta que se generan los momentos de máximo conflicto.

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Aquí llega la primera circunstancia discordante: lo inverosímil de las situaciones. Desde la perspectiva de alguien que conoce la F1, es bastante difícil de creer que un piloto desobedezca órdenes directas del equipo, o que se cree un clima de tensión sin que el Team Principal tome cartas en el asunto hasta una temporada después. Rivalidades entre compañeros que han acabado en la gravilla han ocurrido desde siempre. Ahí están Rosberg y Hamilton, o Ricciardo con Verstappen, pero se ha atajado de una manera contundente para que no volviera a ocurrir. Nos hubiera gustado conocer algo más de los entresijos de la competición sin depender del exceso de dramatismo.

En la práctica, Braking Point actúa como una especie de tutorial encubierto. Durante alrededor de las 5 horas que toma completarlo, pasarás por la mayoría de eventos que puedes ver dentro de un Gran Premio. Uno de los capítulos, por ejemplo, comienza controlando el vehículo con una rueda pinchada, y el objetivo consistía en remontar determinadas posiciones tras parar en boxes. Objetivos que son únicos e inflexibles, es decir, si los fallas debes volver al inicio de la sesión. Otro de los capítulos te introduce a la climatología dinámica. Comienzas en seco hasta terminar en mojado extremo. Aprendes realmente a manejarte en lluvia, incluso desde la perspectiva de qué gomas debes poner según la fuerza del temporal. En muy pocos capítulos vas a correr carreras completas, que toman aproximadamente el 25% de la distancia total. Lo habitual es tomar tramos concretos.

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La selección de la escudería es más una cuestión estética que otra cosa. Al inicio se nos da a elegir cinco asientos: Haas, Williams, Alfa Romeo, Alpha Tauri y Racing Point. Estos últimos se visten del verde esmeralda de Aston Martin al comenzar la temporada 2021. Dada la diferencia de potencial que hay entre ellas, la Fórmula 1 de Braking Point es una especie de universo alternativo. En nuestro caso seleccionamos a Williams, quienes han sido la cenicienta de la parrilla durante los últimos años. En pocos capítulos estábamos ya competiendo contra equipos que juegan en otra liga. McLaren, Ferrari y Renault eran nuestras víctimas recurrentes. Resta credibilidad. El calendario de la pasada temporada tampoco se vio afectado por la pandemia; circuitos como China son algunos de los presentes que en la vida real no tomaron parte.

Mismo paquete, más depurado

Los modos Mi Equipo y Carrera Profesional (trayectoria) permanecen intactos en esencia, solo que el segundo añade la posibilidad de poder jugarlo junto a un amigo. Ya sea vía online o en modo local, el cooperativo regresa en plenas facultades. Lo realmente interesante es que se concede la oportunidad de poder jugar el mismo campeonato desde escuderías diferentes, lo que añade un punto extra en cuanto a rivalidad se refiere. En este sentido va realmente bien, es un añadido excelente.

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Estos modos de juego han recibido algunas mejoras en cuanto a calidad de vida. Los menús y paneles de información se han renovado, tanto en lo visual como en lo práctico. Los árboles de I+D clásicos que tantos años han permanecido inamovibles dan paso a una vista mucho más vistosa. Los grupos de mejoras dentro de un departamento se dividen en filas de mejoras, que van creciendo conforme vas incorporando novedades. Aunque sirva para cumplir el mismo objetivo que antaño, se agradece mucho el cambio.

F1 2021 es, quizá, algo más comprensivo con el tiempo del jugador. Un bache histórico siempre han sido los entrenamientos libres, la parte del fin de semana menos atractiva para el público casual. Sin embargo, saltarlo te hacía perder unos valiosos puntos de mejora. Ahora tienes la posibilidad de acceder a los entrenamientos rápidos, un juego de azar en el que debes gestionar el tiempo disponible a través de los desarrollos en los que quieras centrarte.

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Si en un grupo de desarrollo tienes mejoras en la reducción del peso y su redistribución, puedes hacer que la simulación intente completar esos objetivos a golpe de click. En apenas 1 minuto podrás pasar por esta franja. Además, como ya viene siendo habitual, las respuestas en tus entrevistas influyen en la felicidad de de los departamentos.

Mi Equipo añade otros elementos en el calendario. Algunas veces veremos aparecer mensajes que requieren tomar una decisión. Estos eventos ofrecen potenciales mejoras a costa de perder otras oportunidades. Uno de ellos, por ejemplo, nos permitía girar qué tipo de publicidad queríamos que representara nuestro compañero de equipo. ¿Queremos dinero y prestigio como escudería? ¿Buscamos que el piloto logre mayor influencia en redes? Estará en nuestra mano decidir.

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Las puntuaciones de los pilotos se alterarán durante el desarrollo de la temporada de Fórmula 1 en la vida real. Según su rendimiento verán aumentada o disminuida su valoración general, que se espera que influya durante la parte jugable. En el modo campeonato se permite el comienzo desde el último Gran Premio disputado. Tomemos como ejemplo el GP de Austria: podemos elegir controlar a Hamilton e intentar arrebatarle la victoria a Verstappen. La clasificación general de pilotos y constructores se mantiene intacta, por lo que comenzarás en las circunstancias fieles a la realidad. Eso sí, por el camino se ha perdido el contenido de leyenda visto en F1 2020.

F1 next-gen, ¿en qué ha cambiado?

El esperado debut de la saga F1 en PS5 y Xbox Series X|S deja luces y sombras. En ningún momento se siente que sea un juego de nueva generación, sino una versión más estable y definida de la etapa de PS4 y Xbox One. En las nuevas consolas tienes dos opciones de visualización que priorizan entre gráficos (resolución 4K a 60 fps) o rendimiento (resolución 1440p a 120 fps).

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Las sensaciones en la pista son excelentes, sobre todo desde que se incorporaron las últimas mejoras en iluminación. Todo se ve definido y no aparece ningún elemento que ralentice su tasa de frames. Sin embargo, hereda los mismos problemas técnicos que sus antecesoras. Una vez vas a la zona de entrevistas, celebración o vídeos de Mi Equipo, el framerate baja considerablemente y se produce screen tearing.

En cierto modo es normal. La primera entrega de una saga anual en hardware de reciente estreno no suele aprovechar sus capacidades. F1 2021 en PS5, la versión a la que hemos tenido acceso, deja un gran nivel gráfico cuando estamos en la pista, pero se mantiene en la misma línea del músculo que ha mostrado en sus últimos coletazos durante la pasada generación.

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La versión de PlayStation 5 incorpora funcionalidades completas con el DualSense. La retroalimentación háptica traslada la fuerza del neumático al pasar un piano de manera fiel. Si pisas un piano a la salida de una curva con la rueda izquierda, la fuerza la sentirás en esa parte del mando. Cuando funciona bien es una forma de elevar las sensaciones, aunque algunas veces es inconsistente al transmitirlo en la parte exacta del chasis.

Los gatillos adaptativos, en cambio, son consistentes, e influyen en tu forma de conducir. Hasta el momento debías aplicar la fuerza justa en el freno a ojo, tal y como habías aprendido tras muchas horas en él. Ahora el gatillo te traslada la situación real del neumático al aplicar fuerza desde las pastillas de frenos. Una pequeña fuerza te indica el máximo al que puedes llegar sin bloquear, que varía en función de la situación. Mejora la experiencia desde el mando. Es un añadido fantástico.

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Eso sí, esperamos que una vez se adentre en la nueva generación se den pasos hacia la evolución de ciertas mecánicas que sí se reflejan en la vida real. La carrera sobre mojado es uno de los puntos que requieren un avance, especialmente sobre el efecto que tiene la lluvia en el asfalto. También nos gustaría que el comportamiento del monoplaza tuviera más estados de estados de degradación. Efectos como el graining permitirían reproducir con mayor fidelidad lo que ocurre en las pistas de Fórmula 1. Hay margen para poder elevar la saga más allá del punto álgido que alcanzaron en F1 2021.