Summum Aeterna, avance: prometedor, pese a la competencia

Desde Talavera de la Reina, el estudio Aeternum Game Studio vuelve por sus fueros con su segundo proyecto tras Aeterna Noctis, un metroidvania de brillante factura técnica que supuso su presentación en sociedad. Una gran noticia para el videojuego español ya que muchos estudios lo intentan cada año, pero no de todos sabemos algo nuevo con tan poco tiempo transcurrido desde su primer proyecto. Aeternum Game y su visión artística bidimensional parecen haber venido para quedarse.

Summum Aeterna es lo nuevo del estudio toledano, que viene a ser una precuela de su primer título en la que se cambia la premisa hacia la otra gran orientación actual de los videojuegos bidimensionales. Estaba claro que el trabajo realizado en el lore de Aeterna Noctis o su sensacional acabado gráfico tenían que servir para algo más, por lo que el estudio ha optado por sumarse a la fiebre del roguelite en su nuevo proyecto que ahora sale al acceso anticipado. Un nuevo título que tiene por delante un camino de año y medio hasta el lanzamiento y la intención de ir actualizando el juego con regularidad hasta su salida definitiva. Es decir: lo que ha elevado a los altares con anterioridad a Dead Cells o el reciente Rogue Legacy 2.

De Metroidvania puro a Roguevania con semillas

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La versión que hemos podido probar deja claras muchas cosas. La primera y más importante es que el rey de la oscuridad se movía más rápido de joven, ya que la cadencia de juego es muchísimo más alta. Si en Aeterna Noctis la velocidad del rey de la oscuridad al saltar era –claramente– la de Alucard en Symphony of the Night, ahora nos encontramos con un desplazamiento y unos saltos mucho más rápidos que se ven complementados con un pisotón con el que se agiliza mucho la exploración de los niveles. Este cambio cambia por completo el ritmo de juego, pero la verdad es que nos ha parecido que se adapta como un guante tanto a la cadencia que debe tener un heredero de Dead Cellls como al esquema de control y las particularidades de Aeterna Noctis como juego de plataformas, ya que el plataformeo complicado vuelve a estar presente en esta precuela.

Un estudio en evolución

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Conviene recordar que Aeterna Noctis nos propuso una fusión de la que no siempre salía bien parado. Al plantear un mapeado descomunal en el que los desafíos al estilo de Celeste florecían cual champiñones en un mundo de Nintendo, Aeterna Noctis se convirtió en un título complicado de más. Uno al que le faltaban retoques a su salida para desarrollar su verdadero potencial, que era mucho. La respuesta fue el lanzamiento de dos modos de dificultad entre los que se podía alternar en cualquier momento, una idea con implicaciones en todo el juego que dejaba más que claro que al lanzamiento le habría venido muy bien contar con el feedback de una comunidad suficientemente amplia. Este Summum Aeterna está en el momento exacto si la idea es la de no repetir errores del pasado.

La idea que más nos llama la atención en Summun Aeterna es la de no establecer un único punto de partida para cada partida, dejando que sean unas semillas las que manden en nuestro destino. La cuestión puede explicarse mejor y sin duda lo irá haciendo, pero nos ha parecido interesante. En lugar de entrar por la puerta de un castillo, iremos creando mundos que se irán complicando a medida que vamos progresando en el juego, desbloqueando mejoras permanentes por el camino para ir aguantando el tirón de lo que viene. Ya avanzamos que las cosas serán igual de complicadas que lo que ya vivimos en Aeterna Noctis si es que somos capaces de llegar. Sin duda una buena opción para personalizar el desafío.

Por lo demás, en cada run encontramos las típicas tiendas que nos ofrecen armas y mejoras de salud y podemos teletransportarnos para hacer la exploración algo muy dinámico, ambas cuestiones definitorias de todo plataformas procedural que se precie. De hecho, diríamos que quienes estén familiarizados con los grandes roguelite de la actualidad posiblemente se sentirán demasiado en casa por ahora. Y es que si los metroidvania están en un momento complicado, lo mismo se puede decir de los herederos de Dead Cells, y este título es exactamente eso.

Mirando a la categoría alta

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Summun Aeterna, sus enemigos y sus mundos generados aleatoriamente responden muy bien a los mandos. La apuesta del estudio por las plataformas sigue ahí, y quizá podamos ponerle aún la pega de que hemos encontrado demasiada repetición de patrones, pero es algo que entendemos en este momento del desarrollo del juego. De hecho, tenemos mucha curiosidad por ver en qué queda el asunto, ya que el nivel de precisión plataformera que se exige –sin ser exagerado– sí que puede verse comprometido por el azar que tanto nos gusta en los roguelite. Desde el comienzo nos encontramos situaciones que demandan hacer un dash en el aire para luego hacer otro salto preciso, y nos ha parecido que esto puede ser comprometido cuando el juego vaya tomando tamaño, ya que aún no sabemos cómo va a acabar la cosa en cuanto a biomas, jefes, armas disponibles y builds realizables.

Por muy saturado que pueda estar el mercado de juegos de este tipo, o por grandes que sean juegos como Hades, Rogue Legacy 2 y Dead Cells, Summun Aeterna nos ha gustado como para seguir su desarrollo con atención. La idea de las semillas, su ritmo de juego y el innegable virtuosismo visual del que ya ha hecho gala este estudio en su primer videojuego son ingredientes suficientes como para que este título pueda ser algo a destacar, entre la tremenda marea de propuestas similares. El estudio toledano parece estar decidido a hacerse un nombre en la escena, replanteándose algunas de las aristas que Aeterna Noctis tenía de salida e intentando no dejar atrás a ningún jugador. Aún falta mucho para el lanzamiento definitivo, pero este es uno de los juegos españoles más prometedores del momento del que esperamos grandes cosas.