Nuevo Saints Row, impresiones. Cambiado como nunca, divertido como siempre
La saga Saints Row está de vuelta con un juego lleno de novedades y cambios, un reboot que recuperará y rejuvenecerá la esencia de las dos primeras entregas.
Han pasado ocho años (¡ocho años!) desde que saliera Saints Row IV y una cosa ha quedado clara: no merecemos vivir en un mundo sin GTA y sin Saints Row. La vida es más aburrida y tiene un color mucho más apagado sin nuestra ración habitual de criminales de poca monta, sandbox absurdamente grandes y situaciones y diálogos disparatados que siempre acaban en un buen tiroteo. Porque no, con la remasterización de Saints Row: The Third no tuvimos suficiente (al contrario, aumentó nuestro mono) y de Agents of Mayhem mejor no nos tiréis de la lengua. El caso es que la travesía por el desierto ha llegado a su fin. Volition acaba de anunciar el regreso de la saga durante la Gamescom 2021 Opening Night Live. Un regreso en forma de reboot que implica muchos, muchísimos cambios y que nosotros ya hemos podido ver en profundidad.
Descrito como “el Saints Row más grande, variado y ambicioso que ha creado Volition”, este reboot será como un regreso a los orígenes de la saga. Pero que no cunda el pánico. El juego seguirá teniendo un buen número de momentos “only in Saints Row”, solo que esta vez también recuperará la esencia de esas primeras entregas, menos fantasiosas y más centradas en las actividades delictivas (a trompicones y pequeña escala) de una pandilla de amigos que quiere comerse el mundo. Al tratarse de un reinicio, la desarrolladora ha trabajado sin miedos, complejos ni líneas rojas. Dotada de máxima libertad, cree haber realizado “el mejor Saints Row que podemos imaginar”. Desde luego los cambios saltan a la vista: una ambientación, historia y personajes que nunca habíamos visto, así como una propuesta jugable que parece familiar pero, ¿realmente lo es? Previsto para el 25 de febrero de 2022 en PS5, PS4, Xbox Series X/S y Xbox One, lo mejor será no enrollarnos más y contaros todas las novedades que podéis esperar de su gameplay y todas las cosas que la propia Volition nos ha adelantado. Los Saints han vuelto.
Bienvenidos a Santo Ileso
Seguro que lo primero que os ha llamado la atención es la nueva ambientación del juego, radicalmente distinta a la que la saga nos tenía acostumbrados. Es hora de decir adiós a Steelport, esa ciudad ficticia a caballo entre Nueva York, Pittsburgh y Washington DC cuyas calles nos pateamos en la tercera y cuarta entrega. Pero si bien el reboot es una vuelta a los orígenes, no es una vuelta a Stilwater, la localización de la zona de Míchigan en la que se situaban los dos primeros juegos. No. Este nuevo capítulo es un punto y aparte, una ruptura con cuanto conocíamos que nos transporta del noreste de Estados Unidos al suroeste. Allí exploraremos una región imaginaria conocida como Santo Ileso en la que sus creadores han condensado todo el imaginario popular del american southwest, o como ellos mismos prefieren llamarlo, el Weird Wild West.
Santo Ileso no es una réplica de ningún sitio concreto, sino más bien un homenaje a esos parajes en los que viene a morir la Ruta 66 y con los que prácticamente nos hemos criado por culpa de Hollywood. Aún no habiendo viajado nunca allí, ¿quién no puede visualizar imágenes del Gran Cañón si nos ponemos a hablar de éste? Lo mismo con Las Vegas, la zona de Beverly Hills o los desiertos de Arizona y Nuevo México. El mundo de este nuevo Saints Row es una amalgama de referencias (a menudo paródicas) que nos harán sentir como en casa por muy ajenos que seamos al país de las barras y estrellas. Desde Volition nos cuentan que es el sandbox más grande y variado que han hecho nunca, y creen que esto se debe en gran medida a la riqueza de paisajes y culturas que conviven en dicha localización, un microcosmos de rancheras, espanglish y sol, sobre todo mucho sol.
El mapa de la ciudad (insisten, “el más grande y variado de la franquicia”) se dividirá en 9 distritos, cada uno con su propia estética y personalidad. En él encontraremos, por ejemplo, una zona conocida como El Dorado, con reminiscencias a cierto lugar de Nevada donde los casinos y clubes nocturnos compiten por nuestra atención. También estará Monte Vista, un territorio de “glamurosas” colinas plagadas de mansiones en cuyas piscinas los ricos y poderosos parecen estar todo el día de fiesta. Por supuesto no puede faltar tampoco un distrito financiero, reconocible por ese imponente skyline de rascacielos desde los que no tardaremos en hacer salto base y parapente. O las tiendas y restaurantes de El Rodeo (sin Drive detrás), el hogar de los tópicos y el consumismo, donde se comercializa lo que parecía inexplotable. En este Saints Row no hay dos barrios iguales.
Vuelven las guerras de bandas
Se acabó lo de preocuparnos por conquistar el mundo (¿o teníamos que salvarlo?) y por supuesto ni hablar de ponerse a combatir con extraterrestres, demonios y otros entes espectrales. Saints Row toma tierra por primera vez en muchos años y vuelve a tener por objetivo aquel que viera nacer la saga: enfrentarse a otras bandas callejeras y demostrar quién manda en la ciudad. Suena menos alocado y un tanto clasicón, pero hacía tanto que nadie nos proponía algo así que, paradójicamente, se siente como un soplo de aire fresco. Un descanso entre tanto supuesto alarde de originalidad e imaginación. A veces no hace falta forzar las cosas. Este reboot luce sencillo, divertido e inmediato. Y eso no quiere decir que la misión vaya a ser fácil. Para nada. Gobernar los suburbios de Santo lleso exige hacer frente a una amenaza triple: Los Panteros, los miembros de Marshall Defense Industries y The Idols. Tres pandillas rivales con las que combatiremos por los nueve distritos del ciudad.
“Los panteras” son puro músculo y poderío físico. Enemigos equipados con brutales armas cuerpo a cuerpo. Atacan en grupo, son nativos de la ciudad y se han visto relegados a su sede en Scorpion Motors, una antigua fábrica abandonada. Los segundos, a los que a su vez apodaremos los mariscales (de marshal, ba dum tsss) son justo lo contrario. Pertenecen a una corporación militar privada que cuenta a su disposición con tecnología de vanguardia y un arsenal preciso y letal. Su sede preside el skyline de la ciudad y sus miembros están allá donde haya dinero. Por último estarían los Ídolos, una suerte de influencers actuales que van a su bola y tan pronto pueden ser amigos como enemigos. Anarquistas, locos obsesionados por la fama, por hacerse notar y pertenecer a la élite de un nuevo orden mundial. Ruidosos e impredecibles, permanecen de fiesta en las mansiones de las colinas hasta que se hace de noche y bajan al centro a desatar el caos. ¡Pero un momento! Casi se nos olvida hablar de una cuarta facción. La más importante de todas. La de cuatro chavales recién llegados. La nuestra. The Saints.
Conociendo a los nuevos Saints
Uno de los motivos que ha llevado a Volition a reiniciar la saga es la historia, la posibilidad de plantear una nueva historia mucho más humana y contemporánea. En vez de lanzarse de lleno a las batallas intergalácticas o los viajes en el tiempo, los únicos caminos posibles tras el final de Saints Row IV, el estudio ha preferido algo sencillo y con lo que “cualquiera pueda conectar”. “Algo que tenga sentido ahora y no que lo tuviera hace diez años”. A pesar de los vaivenes empresariales de la última década (auge, caída y resurrección de THQ por medio), la compañía ha logrado mantener a la mayoría de los pesos pesados que hicieron de la saga un éxito, pero los ha rodeado de talento emergente y caras nuevas. Adoptar una perspectiva distinta también ha ayudado a enganchar a estos recién llegados y en general, la desarrolladora se muestra emocionada con el resultado (hemos perdido la cuenta de las veces que nos han repetido lo de “strong story”).
La trama girará en torno a un grupo de cuatro amigos a los que la vida sólo ha dado limones y quienes finalmente han hecho lo único que podían hacer: limonada. Ellos persiguen su propia versión del sueño americano, en la que no se limitan a montar un pequeño y próspero negocio, sino todo un imperio del crimen. En el pasado, los cuatro intentaron seguir el camino correcto, pero acabaron viendo truncadas sus ambiciones. Los préstamos universitarios, la precariedad laboral y otros problemas provocativamente modernos (de ahí lo de “algo que tenga sentido ahora”) les obligaron a terminar trabajando bajo el yugo de las distintas bandas de Santo Ileso. Cansados de la situación, los cuatro han optado por unirse y crear una organización en la que sean sus propios jefes y donde puedan marcar ellos las normas. Una organización de la que el mundo no tardará en tener noticias. The Saints.
Desde Volition aclaran que si bien hay algún easter egg que sirve de referencia a los anteriores, este tipo de detalles son mínimos y se cuentan con los dedos de una mano. Nadie debería esperar reencontrarse con los personajes originales, ni con los de las últimas entregas. El casting es completamente nuevo. La historia ni siquiera encajará cronológicamente en la saga. El reboot se ha enfocado como un juego distinto y sin ningún tipo de vinculación argumental con los anteriores. Borrón y cuenta nueva. Lo único que se pretende conservar (además de la propuesta jugable) es la brutalidad y el humor negro y absurdo marca de la casa, sin los que la desarrolladora ya no concibe Saints Row. Quizás no llegue a ser tan disparatado como antes, pero el título pretende arrancarnos un buen número de carcajadas. Basta con ver las referencias cinematográficas que el equipo ha tenido en mente: John Wick, Baby Driver y… Hot Shots.
Volviendo a los Saints, el primer miembro de la banda es Eli, quien hizo un MBA y llegó a Santo Ileso con la esperanza de hacer fortuna y convertirse en el nuevo Jordan Belfort. Inteligente, elegante y con visión de negocio, Eli es reconocible por sus trajes, por ser quien traza nuestros planes y por querer hacer de los Saints una institución capaz de rivalizar con sus ex-compañeros, los Marshall. La segunda integrante del equipo es Neena, una amante de los coches que creció en el garaje de sus padres y acudió a la universidad para estudiar arte y antropología. Pero lejos de acabar en un museo o un yacimiento, Neena terminó trabajando de mecánica para Los Panteros, cuyos métodos no soporta más. Es la mejor conductora y será la responsable de nuestros vehículos (y métodos de huida). En tercer lugar estaría Kevin. Se trata de un complaciente DJ al que todos utilizan sin que el pobre se de cuenta. Se define como amigo de sus amigos y tiene graves carencias afectivas que al parecer debe a su paso por un orfanato. Siempre está buscando un hogar al que pertenecer, y aunque creía haberlo encontrado en The Idols, no tardará en darse cuenta de que los Saints son su verdadera familia.
Vuelve un editor legendario
El cuarto y último miembro de The Saints somos nosotros, el protagonista, una temible máquina de matar conocida como The Boss (y no, no tiene nada que ver con cierto personaje que murió en un lecho de flores blancas). Manejaremos al líder de la banda, a la persona que decide cuándo y cómo se actúa. Pero lo mejor es que podremos volver a personalizar hasta el más mínimo detalle de nuestro aspecto. Lucirá tal y como queramos, a medida. Los editores de la saga Saints Row siempre han sido de los más divertidos y completos que hay, hasta el punto de que ha habido entregas en las que se han lanzado por separado unas semanas antes de la salida del juego para que fuéramos trasteando ya con ellos y compartiendo nuestras creaciones online. Esta vez no será menos. Volition nos ha mostrado varias configuraciones tan hilarantes como prometedoras, así que no hagáis demasiado caso a la moderación y sosez que deja entrever el avatar de los trailers. La compañía asegura que es “el editor más potente hasta la fecha”, así que sólo toca frotarse las manos ante lo que puede llegar a hacer la comunidad.
Ganas de soprender constantemente
A nivel jugable, Volition insiste una y otra vez en lo mismo: variedad, variedad y variedad. Creen que es la clave para divertir y sorprender de manera constante. Y para lograr esa variedad, el juego pondrá a nuestra disposición infinidad de misiones con cambios radicales de estilo y gameplay entre unas y otras. Tenemos nueve territorios por conquistar y tres bandas rivales enfrente, pero el juego no consiste en entrar en una zona, liarnos a tiros y colorear un mapita de color morado tras acabar con todos los enemigos. Nada más lejos de la realidad. Habrá un montón de mecánicas distintas. Los Saints vienen a ser una especie de start-up criminal que irá haciéndose con parcelas de terreno en Santo Ileso donde levantará multitud de negocios diferentes. ¿Y si montamos un restaurante de comida rápida que sirva de tapadera para pasar droga? ¿Qué tal un concesionario donde se vendan coches robados? O un mecánico que en realidad trafique con armas. Cada propiedad y cada establecimiento desbloqueará sus propios niveles, minijuegos y posibilidades jugables. Y tendremos libertad para decidir en qué barrio queremos ubicar nuestras bases y a qué sector empresarial queremos dedicarnos. Se busca una experiencia que siga evolucionando aún tras un buen número de horas a los mandos.
A más de uno ese esquema le recordará al Saints Row original. Con razón. Además del tema de adquirir propiedades, el primer juego ofrecía un sinfín de misiones secundarias en las que llevábamos a cabo una sucesión de trabajos de lo más variado. He ahí de nuevo la palabra clave: variedad. Volition se ha fijado en aquella entrega y hasta ha dejado caer que podríamos ver de vuelta algunas de sus situaciones, como por ejemplo las de “fraude al seguro”, donde ganábamos dinero chocando deliberadamente con otros coches y dejándonos atropellar para cobrar una póliza. Lo mismo con sus clínicas de cirugía estética, las cuales aparecerán a su manera. Es donde más se nota esa “vuelta a los orígenes y las raíces de la saga”.
El resto de ingredientes del reboot de Saints Row son tres: acción, conducción y exploración. En lo que respecta a la acción, nos cuentan que han buscado lo de siempre, que cualquiera pueda coger el mando y entender lo que pasa a su alrededor. Es un third person shooter de corte arcade al que resulta muy fácil aprender a jugar a poco que estemos familiarizados con el género. Sin llegar al punto de ser un run and gun, el juego es acción rápida, directar y espectacular, pequeñas y explosivas dosis de adrenalina. Esto no quita para que tenga sus cositas, las suficientes para que no se haga simplón y mónotono al cabo de unos minutos. La primera es que el personaje gana experiencia, sube de nivel y puede desbloquear muchos perks y habilidades distintas que enriquecerán los combates y la experiencia. Su árbol de habilidades no será igual que el de anteriores entregas, sino un mix de varios de ellos repleto de novedades. Las batallas también contarán con un plus de caos y movimiento al combinar a varias bandas rivales a la vez (las cuales pelearán con nostros y entre sí). Lo mismo con la presencia de la policía y hasta de un sistema de rehenes del que no han querido contarnos demasiado. No faltarán las explosiones, los entornos destruibles y la modificación y personalización de armas. Sobre estas últimas hay que decir que habrá de todo tipo, muchas de ellas (especialmente las de los marshall) de lo más futurista e imaginativo. Por muy arcade palomitero que sea, el equipo ha cuidado su gunplay para que cada una se sienta distinta al apuntar, disparar e impactar sobre los enemigo.
La mejor conducción de la saga
La acción también se traslada a los vehículos y la conducción, abriendo un nuevo elenco de posibilidades y cabriolas por hacer. De hecho, este apartado jugará un papel más protagónico que nunca ya que según la desarrolladora “es el mejor sistema de conducción que han hecho nunca”. Existe la posibilidad de tunear y mejorar nuestros transportes, los cuales por cierto no se limitarán a turismos, sino que conforman una lista enorme de la que forman parte bicicletas, cazas, aviones, helicópteros, hoverbikes, karts y hasta trajes de wingsuit.
Cuanto más descubríamos, más formas de hacer el cafre se nos ocurrían, y eso que apenas hemos visto una pequeñísima parte de los minijuegos y las actividades que se podrán encontrar al explorar Santo Ileso. Hemos apreciado que vuelven tareas o coleccionables tan añejos como el género, como por ejemplo los saltos imposibles en coche que llevamos haciendo desde San Andreas (a cuya paleta amarilla y ambientación Californiana existe cierto aire). Pero también hay algunas cosas más novedosas y disparatadas, como una especie de minijuego que simulaba el modo espectáculo de Burnout Paradise. En aquel dábamos vueltas de campana con nuestro coche tratando de chocarnos con los demás y aumentando así un medidor de combo. Aquí nos ha parecido ver algo similar, pero utilizando el cuerpo de nuestro propio personaje en vez de un vehículo. Una locura. Volition aún guarda muchos secretos similares en la manga con respecto a lo que nos espera en su mundo abierto. Un mapeado que podremos recorrer con un amigo más, pues toda la campaña podrá jugarse en modo cooperativo para dos personas. Perfecto para que se nos ocurran el doble de ideas poco recomendables y disfrutemos así del doble de diversión.
A pesar de utilizar un nuevo motor gráfico, nos ha dejado alguna duda el apartado visual, más vistoso por lo artístico que por lo técnico (y esto último es debatible, pues el diseño de los nuevos Saints seguro que va a polarizar a los fans). La ambientación (y el apartado sonoro) ayudan a sobrellevar ese acabado intergeneracional (perfectamente comprensible con la base de consolas que hay en el mercado), pero no convence que el estudio haya sido tajante al declarar que los tiempos de carga van a ser algo común e imposible de evitar en las versiones next gen. Veremos. Puede que esté justificado, pero por ahora chirría un poco.
A la venta el 25 de febrero de 2022
Al margen de eso, ardemos en deseos de saber muchas más cosas. Por ejemplo, la edad y personalidad de los personajes, ¿no blanquearán demasiado el humor? ¿Se atreverán a ser políticamente incorrectos? La supuesta “strong story”, ¿cómo se verá afectada por el libre albedrío del género y el hecho de que cada jugador construirá cosas distintas en sitios distintos? ¿Y cómo afectará también esto último al cooperativo? ¿Se podrá reclutar a nuevos Saints para los negocios que vayamos montando? ¿Cómo de profundo será el tema de la gestión? Preguntas y más preguntas que aún hay tiempo de contestar hasta su salida y que no hacen sino demostrar el interés y la curiosidad que nos ha despertado el título. Al verlo nos ha dado la sensación de conocer sobradamente la fórmula, pero también nos han entrado muchas ganas de volver a sumergirnos en ella. ¡Cuánto los habíamos echado de menos! Los Saints han vuelto, más cambiados que nunca, pero tan divertidos como siempre.
- Acción